El primer contacto real

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Hola querido cuadernito, he vuelto, pasaron unos días antes de que pudiera volver a escribir en ti jeje. Te traje un regalo, te compre un candado... Si, sé que un candado es raro, pero, oye, lo último que quiero es que una de mis hermanas te lea, mas ahora que decidí escribir de manera que parezca que te hablo... Sería raro. 

En fin ¿en qué me había quedado? A si.
Bueno, resulta que aquel chico fue una persona amable en nuestro primer contacto, y bueno, pasaron varios días antes de que visitara su casa ¿por qué? Bueno, la verdad es que no me fiaba del todo, es decir, si me parecía buena persona, pero ¿realmente lo era? Fui demasiado rápida para conocerlo, pensaba que hubiera sido mejor conocerlo de manera casual en una tienda de discos, o no sé, algo así por el estilo, como en esas películas románticas que ven mis hermanas, y no porque una chica de 15 años decidió tocar a todo volumen para llamar su atención, pero ya era demasiado tarde. 

Recuerdo esa mañana en que me anime a verlo, había una brisa muy leve, una que parecía acariciarte el cabello, el rocío en el patio despertaba un olor húmedo por el vecindario, y los rayos del sol tocaban las ventanas de la casa poco a poco. Hice mi rutina diaria esperando una de las bromas de Luan, pero nunca paso nada. Al parecer estaba de humor para no fastidiarme, así que me levante poco a poco abandonando la comodidad de mi cama, después de eso nada nuevo, lo mismo de siempre, todo lo común en una vida de preparatoria.

En la tarde después de terminar mis deberes baje hacia la sala en donde estaban mis padres

- ¿a dónde vas hija?- 

me decía mi papá mientras veía el televisor

- bueno, un chico me invito a su casa para escuchar algo de música y...-

 mi mamá muy rápidamente me quito las palabras de la boca

- ¿es el chico que hace el escándalo de todos los días?- 

me miraba fijamente mientras decía todo eso. Sabía que mis padres no me dejarían ir, sería muy sospechoso y extraño que una joven vaya a la casa de un chico casi adulto que no tenia mucho tiempo de conocer, aunque mis padres eran flexibles, no me cabía en la mente que me permitieran hacer eso, pero grande fue mi sorpresa cuando de repente interrumpieron mis pensamientos

- ese chico es alguien amable, me agrada - 

dijo mi papá con una leve sonrisa en el rostro

- ¿lo conoces papá?- 

le dije asombrada

- Por supuesto- respondió con mucha seguridad - cuando ustedes estaban en la escuela el chico de vez en cuando venía para pedir herramientas prestadas, es un joven educado pero muy escandaloso- 

aunque hablaba bien de él, mostraba una cara de desagrado cuando menciono que era alguien ruidoso. Ante la situación me sentí más segura

-¿entonces si puedo ir con él?- 

pregunte con un tono de voz muy leve

-claro que puedes ir- 

a veces me sorprendía la confianza que nos tenía papa, cualquier otro padre se hubiera negado o hubiera pegado un grito al cielo, pero con el fue muy diferente, aunque, bueno... Si le permite a una niña de 6 años pelear con lagartos, a una de 4 hacer experimentos químicos y a una de ocho hacer su propio negocio fúnebre... no veo por qué yo no podía ir con alguien mayor que yo

- espera un momento- decía mi mamá mientras iba a la cocina, en un santiamén regreso con una rebanada de tarta de fresa -toma- me decía mientras me ponía la rebanada en frente - se amable con el nuevo vecino, dale esto-

sinfonía de pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora