Observar.
Era prácticamente lo único que podía hacer durante el día.
Ver cómo se hacían grandes celebraciones en el reino del Sol, mientras él era la compañía de los afligidos y melancólicos amantes de la noche. No sabía decir si era su personalidad la que volvía así las noches o era la distancia que mantenía con aquel Dios del sol la que provocaba que las noches fuesen así.
Recordar qué día fue cuando se sintió atrapado por éste era realmente complicado, no lo recordaba con exactitud. Pero si recordaba que había comenzado a acompañar sus momentos melancólicos debido a esa distancia con música, el piano siempre le acompañaba, creando melodías con la esperanza de que al menos éstas llegarían algún día hasta el Dios del astro rey.
Sin embargo, ese día había desaparecido.
Cuando la noticia de que el Dios del Sol se encontraba desaparecido, hubo un caos enorme. Algo que era imposible de ignorar cuando incluso habían llegado todos los rumores de esto hasta el reino de la Luna.
Además, no era de extrañarse, Tae Hyung había notado esa ausencia, al igual que todos, pero fue era el único que realmente se había dado a la tarea de hacer algo y no tirarse en un excesivo drama tan falsos como otros.
Para él era tan obvio que los otros dioses y semi dioses estaban celosos y envidiosos de lo que poseía el dios del Sol. Y también era consciente de que por un suceso así, iban a querer reemplazarlo.
El sitio más cercano al mundo de los Dioses, era la tierra, así que pensó en ir a ésta como primera opción, aunque le fue prohibido por su compañero y guía en su tarea como Deidad de la Luna, algo que lo molestó.
«En unas horas comienza tu responsabilidad y no puedes abandonarla, Tae Hyung.»
Recordó que le había dicho el mayor. Solo provocando que de sus labios escapara un suspiro pesado y la sensación de inutilidad le invadiera.
«Estará bien, lo prometo.»
El joven Dios no pudo preguntar nada debido a que pocos segundos después había sido dejado solo en aquel lugar. Y lo sabía, no podía evitar su propia responsabilidad por más que esa noche su presencia en el cielo apenas y sería notoria.
ɤ Ҩ ɤ Ҩ ɤ Ҩ ɤ
Se suponía que en un lugar terrenal sería más fácil reconocer al Dios solar, sin embargo, por más que buscaba, no lograba dar con su paradero.
Decir que estaba desesperado era poco, pues sabía que los demás dioses siempre habían sido celosos del Dios del sol y, ante su ausencia, muchos intentarían tomar su sitio. También era consciente de que estaba quebrando un par de reglas al estar en la tierra, cuando le tenían prohibido su regreso a ese lugar.
Él era consciente de que Tae Hyung no quería a otro Dios residiendo en el reino del Sol ni ocupando el puesto como el astro rey, pues entonces sería mayor la desdicha que tendría en su propio deber como Luna. Era egoísta, pero ¿y qué? Tae Hyun no quería a otro en ese sitio y él, como única compañía del joven comprendía dicho sentimiento.
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Eclipse «VMin»
FanfictionEn donde JiMin es el Dios del Sol y, sin poder evitarlo, se enamoró de la Deidad de la Luna sin siquiera conocerle. Un día, sin poder soportarlo más, escapa sin participar en la fiesta del Sol, nadie vio a dónde se fue. Es posible que la ayuda de un...