VII

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Disculparme mil veces parecen no ser suficientes.

En realidad, nada parece ser suficiente cuando lastimas a la persona que amas. Y sí, mis palabras parecen decir que no, que no me importas, pero es por eso que odio hablar. Nunca me sale bien expresarme hablando, así que prefiero matarme con regalos y acciones para demostrarte mi afecto.

Pero aún así tengo las disculpas. Es lo único que tengo para intentar remediar todos mis errores. Y no dejo de cometerlos, como si no pudiera aprender más sobre cómo cuidarte.

Intento hacer que esto funcione, pero parece que nada más me equivoco. Una y otra vez.

Y siempre hay lágrimas derramadas. Las mías no me importan, ni que fuera tan importante.

Son tus lágrimas las que quiero proteger, y parece ser que son las que más van a ser desperdiciadas.

Alguien como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora