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Dos días. Dos días completos sin saber nada de Junhoe. Sin ninguna llamada. Sin ningún texto. Nada.

En primera instancia se preocupó en demasía. Pensaba que algo le había pasado al chico y había comenzado a hiperventilar. Llamó a Hanbin el sábado por la noche y le contó todo lo sucedido hasta el momento, su amigo lo había calmado y le aseguró que el domingo por la mañana Junhoe estaría reportándose seguro, con una muy buena explicación. Jinhwan comprendió porque no quería ser –iniciando la relación- el típico novio psicópata celoso, no sería ese.

El domingo por la mañana se preocupó el doble y de nueva cuenta su amigo se encontró en su departamento intentando calmar al chico. No podía ser que no supiera nada de Junhoe luego de que lo dejó en su departamento el viernes por la noche. El mismo domingo por la tarde quiso llorar porque pensaba que algo malo le habría sucedido. No tenían otra forma de contactarlo y para la suerte del más bajo nunca prestó debida atención cuando acompañó al peli-azul a su departamento. Entre la mala espina terminó quedándose dormido.

Para el lunes temprano, Hanbin lo había animado a que seguro tendría explicaciones de Junhoe en la universidad. Eso tranquilizaba un poco al chico, pero no del todo; sentía que algo no iba bien. Luego de tomar una ducha y un desayuno bastante ligero, ambos chicos se dirigieron hasta la institución, donde esperaban tener algún tipo de noticia.

Jinhwan intentó relajarse y no crear un drama al ver a Junhoe, simplemente quería saber que se encontraba bien y una explicación debida. Pero conforme la mañana avanzaba comenzaba a sentir un dolor que le oprimía el pecho, no había ningún tipo de noticia del peli-azul. Para el final del día, el más alto no apareció por ningún lugar. El castaño supo que algo no andaba bien.

Durante toda la tarde y el resto de la noche continúo llamando y mandando mensajes que nunca llegaban y eran llamadas al buzón de voz directamente. Era como si Koo hubiera desaparecido. Intentó distraerse realizando los pendientes que tenia de la universidad, al menos lo distrajeron por un momento, hasta que se encontró mirando el techo de su habitación ansiando por que el sueño lo abrazara permitiéndole dejar de pensar.

El resto de la primera semana pasó igual, Junhoe no apareció por la universidad, no respondía los mensajes ni las llamadas. Jinhwan comenzaba a volverse paranoico. El sábado por la noche llamó a Hanbin envuelto por el llanto, informándole que se encontraba perdido en algún punto de la ciudad, debido a que había salido buscando el departamento de su novio, su memoria no era tan buena y realmente no recordaba nada. Un ataque de hiperventilación lo atacó y en aquel estado no podía volver de vuelta a su apartamento, por lo que veinte minutos después su mejor amigo se encontraba llevándolo de regreso a su hogar. Todo el fin de semana se la había pasado llorando, fue entonces cuando se dio cuenta que se encontraba jodido, estaba llorando por Koo Junhoe, eso sólo confirmaba lo enamorado que se encontraba por aquel chico. Se encontraba jodido.

El siguiente lunes llegó con los ojos hincados, había llorado todo el fin de semana por su ahora ex novio –al menos así lo veía ahora-. Al ver esto Hanbin se armó de valor y busco al amigo de Junhoe, y aunque nunca habían hablado como tal, Hanbin lo conocía, Jiwon.

Una vez con él frente a frente, y pese a que era ligeramente un poco más alto que él y más corpulento, lo encaró.

—Necesito que me digas donde mierda se ha metido tu amigo y por qué dejó a mi Jinan así. —Los diminutos ojos del chico se abrieron como platos cuando lo estrello contra las taquillas. — Primero lo ha ilusionado y ahora lo deja haciéndolo mierda. ¿Dónde se ha metido ese hijo de puta? — Jinhwan ocasionalmente pasaba por el lugar y al igual que el resto de los estudiantes se acercó a mirar lo que sucedía, al identificar a su amigo acorralando al amigo de Junhoe se abrió paso entre la multitud e intentó hacerlo entrar en razón. — ¡No Jinan, este tipo debe saber dónde mierda se encuentra Koo, y cuando me lo diga, le cortare el pene yo mismo! —Exclamó dejando helado al chico que aun tenia contra el metal.

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