—. Tae, hoy hable con Kookie... — coloque toda mi atención en Jimin, el cual se encontraba sentando frente a mi.
—. ¿Y?,¿que te dijo bolita de arroz? .— Cuestione sin ocultar mi preocupación.
¿La razón?
Jungkook siempre llamaba gordo a Jimin.
Observe cómo mi pequeño amigo bajaba su mirada comenzando a llorar, por lo cual no dude en acercarme a abrazarlo con fuerza, comenzando a sollozar junto a el.
—. ¿p-porqué le doy asco t-aetae... t-tan feo soy? .— negué rápidamente tomando entre mis manos el rostro de Jimin, limpiándole suavemente con mis pulgares las horribles lágrimas que llenaban su rostro.
—. No bolita de arroz, eres hermoso tal y cómo eres y si ese conejo súper desarrollado no se da cuenta el se lo pierde,¿vale? .— Murmure totalmente serio dejando un beso en la naricita de mi bolita de arroz, sonriendo al escucharle reír.
—. g-gracias por siempre estar junto a mi taetae te quiero mucho... — Sonreí ante sus palabras, volviendo a abrazarlo.
Solo Jimin me hacía sentir mejor.
Solo el.
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