parte II

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- ¿Quien, quien de ustedes es el Sr. Holmes?- Rosie y Hamish se miraron entre si algo sorprendidos y miraron después ala señora Hudson, con impactó y sorpresa Rosie señalo con su temblorosa mano izquierda a Hamish sin decir palabra alguna mientras el joven Holmes con sus enormes ojos abiertos observaba todo a su alrededor, procesando la escena que presenciaban todos. - Señor Holmes, me dijeron que usted podría ayudarme.- Hablo afónico y con el pecho tan acelerado que parecía que iba a salirse de su cuerpo.

Hamish- ¿Perdón pero quien es usted?-.Con la voz dudosa pero firme preguntaba aquél hombre frente a la puerta.

- Mi nombre es Thomas Scott, ¿puede ayudarme?


Se levanto del sofá con el ceño fruncido mirando de arriba a bajo al sujeto que tenía enfrente, miro a Rosie y después ala señora Hudson confundido, se acerco a la mesa a servir un poco de té para el invitado y le ofreció la taza sin mirarlo, se veía disperso y poco preocupado.

Hamish- Lo lamento pero no se en que pueda ayudarle.

Thomas- Un caso Sr. Holmes, estoy desesperado y me dijeron que en Baker Street podían ayudarme con casos extraños.

Hamish después de darle la taza de té el se sirvió un poco para seguido dejar caer la tetera en la mesa dando un golpe seco , le dio la espalda y fue nuevamente a tomar su violín cerca del gran ventanal, la señora Hudson y Rosie se veían confundidas y aquel hombre se miraba completamente desesperado, sus ojos pedían ayuda a gritos al igual que el repulsivo sudor que soltaba de su cuerpo, la tensión en el lugar incrementó y las notas de la melodía que tocaba se sentían forzadas. Hubo un silencio momentáneamente y la temblorina voz de Thomas hablo con el nudo en la garganta.

Thomas- Le pagaré muy bien, ayúdeme.

Hamish- Lo lamento, pero yo no soy el hombre que busca-. Indiferente es la palabra que ocuparemos con el pues no queria la presencia de ese hombre en su hogar.

Thomas- Pero me acaba de decir que usted es el Sr. Holmes, usted es Sherlock Holmes, ¿no es así? Baker Street 221B junto con su compañero el Dr. Watson...

Hamish- Usted esta buscando a mi padre, para su desgracia el ya no es detective consultor y ya no vive aquí. Temo que no puedo ayudarle.

Thomas- Si es su hijo debe tener sus conocimientos quizá hasta mejores, por favor ayúdeme, se lo suplico.

Hamish- Eso me es imposible.

Thomas- He oído historias fabulosas sobre su padre, es el hijo del gran detective Sherlock Holmes, haga un esfuerzo como lo hubiese hecho el y ayúdeme, se lo suplico nuevamente. ¿Puede ser esto posible que el hijo no siga sus grandes pasos de su padre o trate de superarlo?

Hamish hizo chillar el violín de una manera tan sorda e incomoda para los oídos que quebró una de las cuerdas provocando que esa lastimara el dedo medio e índice del chico haciendo que sangrara un poco, molesto al oír lo último que dijo Thomas giro en su eje para ya no darles la espalda dejando con brusquedad su violín en la tapa del piano que parecía que iba a romperlo y con un paso acelerado se acerco aquel hombre tomándolo de un hombro y empujarlo fuera del departamento; mientras bajaban las escaleras Hamish se podía oír como levantaba su voz. Se oía bastante molestó:

Hamish- ¡YO NO SOY MI PADRE, YO NO SOY COMO EL, HASTA LUEGO!

Thomas- Deje que le cuente.

Se oían en la parte de abajo del lugar, Rosie y la señora Hudson se asomaron por las escaleras a ver que sucedía y no pasara a mayores la situación , se veía muy molesto el joven Holmes. Aunque no podían visualizar bien la situación ambas mujeres sabían que era lo que pasaba allá abajo, ambas no imaginaron que el llegase actuar de aquella manera pero era obvia la razón. El no deseaba nada ser igual que su padre. El eco del lugar hizo retumbar las palabras de Hamish tanto en la calle como en el edificio.

Hamish- Yo no soy el hombre que busca, jamás seré como mi padre, no soy detective consultor o lo que sea, no resuelvo casos y mucho menos me interesa usted y sus asuntos. ¡¡Tenga buen día señor Thomas Scott guardia de seguridad!!

Thomas- ¿Como supo que yo e-.


Hamish le cerro la puerta en la cara, con su mirada seria dio media vuelta para subir las escaleras la señora Hudson y Rosie subieron rápido para que cuando llegara Hamish las viera en el departamento actuando natural, cuando lo miraron entrar este sin decir ni una sola palabra se dirigió al piano y poniendo a un lado su violín viendo que tenia sangre por la cuerda ya rota comenzó a tocar una canción de Beethoven manchando las teclas con su Borgoña sangre; Diavelli Varations la pieza de Allegro Assai con euforia golpeaba el piano para hacerlo cantar.

Sra. Hudson- ¿No cree que fuiste muy duro con el, Sherlock?

Hamish- Si necesita ayuda que vaya al departamento de policías y soy Hamish señora Hudson, ¡Hamish!

Rose- Aun de años aun buscan a nuestros padres, increíble. Sí estos pisos pudiesen hablar...

Hamish- Pues ahora vivimos aquí nosotros, lástima.

Mientras el aun tocaba en el piano Rosie se tomo la molestia de levantarse de su silla y asomarse a la ventana ,observo que aquel hombre que interrumpió en el departamento estaba en la acera sentado con la cabeza abajo y tomándose la cabeza, desanimado con una último suspiro de esperanza.

Rose- Sigue allí.

Hamish- Se cansara después de un rato y se ira-. Golpeo las teclas del piano para levantarse de un salto del banco, aun se miraba molesto tomo unas cuantas galletas y su taza de té, se acomodo su bata y se sentó en su sofá justo donde Sherlock Holmes también tenía acomodado el suyo cuando ya hacia allí. La señora Hudson se encontraba parada en la puerta mirando a los chicos y esta le hablo a Hamish.

Sra. Hudson- He visto esto muchas veces, cuando John y Sherlock vivían aquí, tu padre reaccionaba de igual manera si el caso le sonaba aburrido o no le interesaba y los clientes desesperados no se iban de Baker Street , de hecho, hasta se esperaban el tiempo que fuera necesario para que Sherlock los atendiera y ese hombre se veía perseguido y desesperado; el no va a irse hasta que le ayudes. Ese hombre llego al lugar correcto solo falta ver si llego también con el hombre indicado-. La señora Hudson le sonrió y bajo las escaleras dejando a los chicos solos en el lugar, Rosie aun en la ventana mirando como ese hombre estaba allí le hizo sentir lástima.

Rose- No lo se, pero siento que la señora Hudson tiene razón, se quedo sentado en la acera.

Hamish- Se aburrirá y se ira.

Rosie suspiro y se alejo de la ventana cabizbaja para comenzar sus actividades junto con Hamish, cada 20 minutos ella se asomaba a la ventana para asegurarse que el ya no estuviera allí, pero cada que se asomaba el permanecía sentado afuera del 221B; le mencionaba a Hamish que de lo contrario a Rosie el revisaba sentado unos papeles, que él seguía allí sin esperanzas pero este le contestaba lo mismo: "se aburrirá y se ira".

Los herederos  de Baker Street: Las joyas de la corona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora