Parte II del capítulo II

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Rose- ¡Llegué! Dios santo, ¿Qué paso?-. Llegó jadeando pues venía corriendo de unas cuadras donde el taxista la dejo, exhausta y despeinada.- ¿Dónde está Zack? ¿Esta muy mal herido?

Hamish- Zack está bien, en su trabajo.

Rose-... ¿Qué? ...

Hamish- Necesitaba que vinieras para una segunda opinión y que mejor de alguien que ya conozco de hace tiempo así que tuve que recurrir a la mentira de que habían asaltado a Zack.

Rose- ¿Me mentiste de que habían golpeado y asaltado a mi novio para que viniera hasta acá a darte mi opinión?

Hamish- Eso fue lo que dije, no tienes que repetirlo.

Rose- ¡¿Estas demente?! Aun sigo enojada contigo por lo de la mañana, no creas que se me a olvidado.

Hamish- Posiblemente si este demente, pero lo estás más tu por irte a vivir conmigo.

Rose- No, no te voy a ayudar -. Rosie estaba agitada volteo a mirar a todos lados para después poner sus manos en su cadera, suspiro con una manera de fastidio para mirar a Hamish con sus azules ojos y entrecejo fruncido.- Tengo que volver al trabajo.

Hamish- ¿A tu aburrido y soso trabajo del cual te la pasas quejando todo el tiempo? Adelante, vete.

Rose- Si, si lo haré. Me iré.

Hamish- No te veo que lo hagas.

Aquella rubia mujer con sus manos descansando en sus caderas hizo una mueca de desagrado y fastidió mientras rodaba los ojos, su pie izquierdo se movía de manera inquieta golpeando el pavimento con una notoria molestia, suspiro para verlo feo y hablar de manera ofendida.

Rose- Solo un momento, solo eso. Pero que acepte no quiere decir que ya te perdone-. Hamish le dio una gatuna sonrisa y la tomo del hombro para caminar con ella.

Hamish- Sabía que aceptarías, me debes muchas y justo ahora me estoy cobrando uno favor. Ahora ven conmigo-. Fueron por la zona a beber un café en lo que él tiempo pasaba , la joven Watson estaba confundida y Hamish pensativo en una de las mesas de un pequeño local donde los turistas iban a comprar bocadillos y café de grano cuando una agradable mesera se acercó a tomarles su orden. - ¿Qué van a pedir?-. Rosie pidió por ambos un café negro con 3 de azúcar para Hamish y un cappuccino caramel para ella y en un silencio sordo entre ellos donde podían escuchar a los comensales hablar y reír entre ellos, Rosie se relamía un poco los labios ansiosa y cuando estuvo apunto de hablar fue interrumpida por la amable mesera que les llevó sus bebidas en vasos desechables. - Aquí tiene su cappuccino y el café para su lindo novio.

Rose- No, nosotros no somos no....- La rubia no acabo de hablar cuando la mesera ya se había retirado y aún sentados paso otro buen rato para que el silencio se rompiera.

Rose- ¿Qué estamos esperando?

Hamish- Al tiempo.

Rose- ¿Al tiempo? Dime que está pasando.

Hamish- La teoría de Thomas cada vez tiene lógica y sentido, hoy antes de que fuéramos interrumpidos por un idiota del lugar en uno de los pasillos del la torre de Londres pude encontrar una huella de la misma bota que había en casa de Tom aquel punto donde se encontraba esa pisada era un claro punto ciego de las cámaras eso quiere decir que como dije o lo pensé ya no recuerdo, esto lo debieron de haber planeado por meses. Hay cámaras y en el lugar que te apuesto que ni siquiera mi padre lograría observarlas a la primera vista, Rose si esto es real Inglaterra acaba de perder todas las joyas-. Dijo inclinándose hacia ella en la mesa murmurando para que no escucharán los demás a su alrededor pero su teléfono vibro y se apartó un poco de ella para sacarlo y revisar que era un mensaje de Thomas: «Andrew se ha ido temprano está vez puedes venir ya» sin haberle dado un sorbo a su café se levantó de un salto de su asiento y salió del lugar, Rosie dejo el dinero en la mesa pagando los cafés y tomó las bebidas para poder seguir de Hamish; cuando se acercaron Thomas los esperaba en la entrada del lugar con una sonrisa.

Los herederos  de Baker Street: Las joyas de la corona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora