Capítulo 62: Despedida

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FMA

Capítulo 62

Narra Ed

-Que extraño-dije-estoy seguro que era por aquí- mi sentido de la ubicación estaba fallando- ¿o era por alla?

-¿Estas perdido alquimista de acero?-pregunto el coronel incompetente

-¡Callese! ¡Esto pasa porque tuve que regresar para que cierto idiota no cometiera una estupidez!

-Nadie te pidió que lo hicieras

-¡No séa ridículo! ¡Si no fuera por mi usted ya habría caído en la perdición del odio y la venganza!

-No me trates como a un niño,fue gracias al alquimista de cristal que pude mantener el control con envidia

-¡¿Que!?

-¡Dejen de pelear!-grito _____

-¡El comenzó!- gritamos los dos

-¡No me importa quien comenzó!

Narra ______

Esos dos no paraban de gritar, parecían un par de niños peleando por un caramelo pero... Si no hubieran estado gritando probablemente nunca me hubiera percatado de aquella sensación.

No era agradable tenía que admitirlo pero si era muy familiar, no podría describirlo sólo sentí como si algo me llamará y cuando menos note ya estaba corriendo en otra dirección.

-¡______! ¡¿A donde vas!?-grito Ed

-¡No me sigan!- enseguida derribe una pared con alquimia para cortar el paso, sabía que era tonto e imprudente pero no quería seguir arriesgando a Ed.

Me encontraba en un pasillo oscuro, no tenía una dirección específica pero esa sensación sé fue agudizando cada vez más. Llegue a una especie de lápida de piedra, no fue problema encargarme de la roca ya que con alquimia pude destruirla, imagine encontrar un cadáver pero en vez de eso me topé con un pasadizo, unas escaleras que bajaban, entre y me adentre en aquel oscuro pasaje.

Al salir todo era sumamente extraño, había una especie de ruinas pero lo ignore, sólo me deje llevar por aquella sensación, entre en otro pasaje sólo que al momento de salir tuve frente a mis ojos toda una ciudad, ¡una ciudad bajo central!

Me adentre en aquella ciudad hasta que esa extraña sensación me llevó hasta un teatro, empuje la puerta, había un gran salón con música, tenía un gran escenario con telones rojos y grandes candelabro y lámparas doradas ¿que demonios era todo eso?. Antes de poder decir algo unas cadenas me tomaron por sorpresa apresando mis brazos y piernas y azotandome contra un muro

-¡¿Que significa esto!?-grite

-Llegas más pronto de lo esperado-dijo una voz femenina, en efecto era una chica, ya la había visto anteriormente, el mismo cabello negro, ella sé acercó a mi con una sonrisa que honestamente asustaba- exquisito...- dijo pasando sus dedos por mis labios y bajando hasta mis pechos- ahora sé porque Edward te ama tanto...lo hace ¿sabes?- apartó un mechon de cabello de mi rostro-Y tu lo amas también...-no pude evitar sonrojarme

-¿Quien eres?-dije molesta-¡¿que es este lugar!?

-es una ciudad que sólo conocen los alquimistas

-Me estas mintiendo- mis cristales y las armas aparecieron perp ella junto sus manos disipando lo que estaba por atacarla

-Eso estuvo cerca...

-¿Cuando viste la puerta? Es la única forma que puedas transmutar sin un círculo

-¿Cuando lo averiguaste?

-Cuando perdí este brazo

-No fuiste la única que perdió- miro a la derecha.

-¡Alphonse!- grite al verlo en el suelo y en un círculo de transmutación- ¡¿que planeas hacer con Al!?

-Bueno...una piedra filósofal requiere sacrificios, después de todo padre los utilizara más tarde

-¡No puedes ignorar la equivalencia de intercambio!

-¿Equivalencia? No me digas que aún crees en esa teoría ingenua

-No es una teoría, es una ley absoluta de la alquimia, del mundo, para obtener algúna cosa algo de igual valor debe perderse

-Una hermosa historia para consolar a los oprimidos y hacer que los niños hagan sus tareas, la verdad es que la ley de equivalencia de intercambio es falda

-¡Imposible!

-Para ganar algo de igual valor debe perderse, en consecuencia si abandonas algo siempre ganarás algo de igual valor a cambio

-Exacto, es por eso que las personas trabajan duro porque hay recompensas

-Estas equivocada, las personas trabajan porque crees que habrá recompensa pero igual esfuerzo no es igual ganancia, considera el examen para alquimista estatal, el cual aprobaste con honorés ¿cuantos más lo tomaron ese dia? Pasaron meses, años preparandose algunos trabajaron más duro que tu, sin embargo sólo tu y el chico Elric fueron los únicos que aprobaron ¿donde estuvo la recompensa? ¿Es su culpa que no tengan tu talento? O con tu ascenso a Fuhrer ¿acaso la herencia de tu padre esta por encima de todo?

-¡Basta!

-La equivalencia de intercambio es un mito, un orden forzado para darle sentido a un mundo que no lo tiene ¿puedes aceptarlo ahora o necesitas más explicaciones?

-¡No necesito seguir escuchando más estupideces!

-Veremos hasta donde llegan las estupideces- junto sus manos y el círculo empezó a brillar

-¡Al!- tenía que pensar rápido, sólo pude aparecer mis armas y con todo el cuidado del mundo las dirigí a las cadenas, por suerte pudieron romperlas sin dañarme

-Una hazaña sorprendente, sólo que consideraria usar la alquimia si fuera tu

-¡¿Y crees que voy a escucharte!?

-Adelante, usala si quieres no me importa lo que le ocurra al niño de metal, si ocurren transmutaciones cerca de el quien sabe que pueda ocurrir

-____ detenla, no importa lo que ocurra conmigo- dijo Al

-¡No seas idiota! ¡No dejaré que mueras!- ahora era muy serio, tenía que idear algo enseguida

-¡Muy tarde!-la chica de cabello negro estaba por activar el círculo

-¡No lo creo!- estaba por tocar el círculo cuando con una de las espadas corte sus manos, ella gritó de dolor mientras la sangre salía de sus muñecas, por descargacia... Ahora sólo estaba la armadura vacía

-Niña estúpida, ahora el nunca recreará- dijo tirada en el suelo sin poder moverse

-¡Callate!-dije enojada y con un cristal corte su cuello, no tardaría mucho en morir- su alma probablemente aún este en la puerta, sólo tengo que regresarla, igual que hace años

-¡No seas tonta! ¡¿Sabes lo que te sucederá!?

-Si, lo sé... Pero es hora de aportar mi parte y tomar mi propia decisión...-junte mis manos- ¡esto es por ti Al!

El resplandor azul apareció y a su vez la puerta estaba delante de mi, después de tanto tiempo la volvía a ver. Entre en ella, todo era blanco como lo recordaba y frente a mi estaba aquel chico rubio y ojos miel, estaba en los huesos pero aún así me recibió con una sonrisa.

-Volverás a casa Al...- dije antes de que desapareciera... Ahora yo me quedaría...- Adiós Edward...- y sin darme cuenta una lágrima de deslizó por mi mejilla.

Strong [ Ed & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora