Acción & Reacción

QUE COMIENZE EL JUEGO ?

Al despertar por falta de sueño me dedico a mirar el techo como si  mi vida dependiera de ello. De momento a otro me encuentro pensando el cambio que ha dado mí vida por culpa de un chico, aunque también es culpa mía por ser tan ingenua, confiada y pensar que alguien como él puede tener sentimientos. Cómo fui tan boba, por Dios, ¿cómo?
El cree que ha ganado, quizás haya ganado esos insignificantes dólares a sus amigos, pero no me ha ganado a mí, porque Santiago Vélez el juego apenas empieza, porque no tengo la más mínima intención  de rendirme y menos aún sin haber luchado.
Tal vez ahora piensas que estoy destrozada, que jugaste con mi pobre corazón y lo a roto  pero  no. No lo rompiste y sí, si me duele porque creí  en ti y me decepcionaste. Pero como en la vida todo se paga, tu lo pagaras si no dejo de llámarme Samantha Mendoza.
Hoy comienza el juego y también es el principio de una nueva Samantha. Una Samantha muy diferente, una Samantha a quién nadie ha tenido el placer de conocer, una Samantha que muchos odiaran, pero no me importa que me odie o que me amen de igual forma me pensaran 24/7. El ruido del despertador me sacó de mi pensamiento, recordando que debo levantarme. Me levanto con todo la alegría del mundo. Nunca pensé levantarme así de feliz para ir al Instituto y creo saber el motivo. Un motivo que no ha  muchos le gustaría. Después de un largo y relajante baño, paso al vestidor, tomo un conjunto en cuero negro.

Un maquillaje de ojos sencillo, labial rojo, y ya lista paso a desayunar. Quizás no sea súper sexy, pero para mí lo es ya que no suelo has vestir así, mi madre dice que una chica debe vestir elegante osea de vestido y faldas. Creo que es  tiempo de cambiar y dejar de ser la niña de mami y papi. Es tiempo de sacar esa Samantha que tengo dentro.  

Al llegar al Instituto estaciono mi auto, observando todo con detenimiento en busca de mi objetivo. En las puertas están los amigos descerebrados de Santiago y el susodicho con la misma perra con la que estaba tragándose el día que descubrí su mentira, espero lo recuerden porque no tengo la más mínima intención de repetirlo. Decidida bajo del auto y emprendo mi camino con pasos firmes mientras muevo mis caderas de lado a lado. Siento la mirada de todos los presentes en mi, unos con envidia y otros sorprendidos y en realidad no me interesan en lo absoluto. Los niños rompe corazones notaron mi presencia y amo la cara de sorpresa que tienen eso me agrada y me agrada mucho lo suficiente como parra sentirme poderosa.

-Hola usada. Dijo la muy perra cuando estuve lo suficiente cerca. Pero que coño se cree. A leguas que se nota que esta más usa que un baño público.

-Hola perrita. acabo de llamarla perra, joder merezco un Óscar. 
Que cara acaba de poner al parecer le molesto aunque no debería molestarle.

-Que pasa contigo. Dijo el mayor de los imbéciles.

-Ooo ... hablo el imbécil mayor. para tu información  no me pasa y si me llegase a pasar no te importa un carajo. Le dije enfadada mientras el se acercaba peligrosamente.

-Mira Niñata que sea la última vez que me llames imbécil.  Dijo muy cerca de mi cara. Por dios Samy como puedes pensar que me importa lo que pase con tu vida eso me vale un carajo.  Pude sentir su respiración en mi nariz mientra habla.

- ¿Y si te digo imbécil qué? Harás una apuesta con tus amigos porque te aviso que ya no hay corazón que romper y esta vez seras tú quien termine roto.
El me miraba a los ojos expectantes con rabia. Pero yo lo miro con odio, desprecio, y muchas cosas más que no se como describir. - Anda dime que harás, imbécil. Tomo mi brazo con fuerza, con tanta fuerza que en cualquier momento podía romperlo.  
 - No vuelvas a llamarme así Samy. Quién se creé para llamarme Samy el imbécil.

- Tú no eres nadie para decirme  que hacer y te prohíbo llamarme Samy *Imbécil* .Dije remarcando el Imbécil, sus ojos se enrojecieron  al igual que su cara, su mandíbula se contrajo, su agarre se hizo más fuerte para cuando me suelte tendré esa zona de un violeta oscura o me  cortaran el brazo. Joder arde como el infierno pero no pienso dejar que note mi dolor no de nuevo.

- Suéltala Santiago. Hablo uno de los imbéciles menores. Al parecer tiene un poquito de corazón. 
                                               
  -Tu no te metas, no es asunto tuyo. Su vos sonó mas fuerte y ronca seguro por el enojo y aunque en cierta parte me da miedo la mayor parte se alegra porque acaba de empezar el juego y ya logre sacarlo de sus casillas.

-Suéltame de una puta ves Santiago. Le di un fuerte jalón a mi brazo logrando liberarlo, y ya que permaneció en la misma posición le dije. -El juego apenas comienza.
 

-No pienso jugar contigo .dijo igual de cabreado.

   -No estoy preguntando si piensas o no jugarlo. aunque dudo mucho que pienses. Dije con una sonrisa cínica como la de Harley Quinn logrando cabrearlo más ...

(Mi nuevo estilo de pelo)

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