Capítulo 2

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Hay veces en las que no puedes escribir tú propio destino y tienes que dejar que las cosas pasen sin poder hacer nada para cambiarlo.

Gritos de dolor se apoderaron de los habitantes de Ribafrecha,  los soldados franceses llegaron al pueblo con el único propósito de despojarlos a todos de sus pertenencias.

Todos empezaron a pelear en vano contra los soldados, los cuales venían cargados de armas que el pueblo desconocía completamente. Sin saber lo que esos artefactos extraños podían provocar, el señor Mouque, trato de defender a su pueblo de cualquier atrocidad que los franceses pudieran realizar. Un disparo, limpió y rápido chocó contra la cabeza del señor Mouque, que inmediatamente cayó en el piso dejando un gran charco de sangre alrededor de su cabeza.

El silencio era indescriptible, todos voltearon a ver al que, de alguna forma siempre los había protegido y los había hecho sentir seguros.

— ¡PAPÁ! ¡PAPÁ! — el hijo del señor Mouque gritaba desesperado con lágrimas en los ojos, mientras que un soldado le impedía correr hacia su padre.

Su madre, por otro lado, se dejo caer sobre sus rodillas viendo el cuerpo de su recién fallecido esposo.

— Las cosas van a cambiar para todos ustedes a partir de ahora — Un señor con voz grave, un bigote descuidado y con un uniforme representativo de los soldados franceses habló — Ribafrecha dejará de ser un pueblo unido, tranquilo y feliz — el soldado camino por el lugar recibiendo miradas de miedo por parte de los habitantes — A partir de ahora, este pueblo se dividirá en cuatro Distritos y cada Distrito tendrá una tribu,  sólo tendrán que cumplir una simple regla — sonríe hipócritamente mostrando los dientes — Si se le ve a un integrante de una tribu vecina rondando por propiedad ajena, —mira los rostros de cada uno de los habitantes — este será capturado, encerrado, torturado y asesinado. — sonríe — Si el invasor es ayudado por alguien de una tribu ajena a la de el, se considerará como traición y  ambos serán capturados, encerrados, torturados y asesinados — vuelve a sonreír — Sencillo, ¿no lo creen?

— ¿Y qué pasa si no queremos hacerlo? — dice el integrante de la familia Alvarez retando al soldado con la mirada.

El soldado, al parecer el comandante hace una señal con la mano y uno de los soldados le dispara al hombre en el pie.

— Les pasara esto — el soldado vuelve a disparar esta vez en la cabeza — ¿Alguna otra pregunta? — todos se quedan en silencio mirándolo — Perfecto — voltea a ver a sus soldados — Empecemos.

Entre lágrimas y gritos, los soldados empiezan a dividir a las personas en cuatro filas, por ley, las familias no fueron separadas.

El pequeño Freddy, buscaba a su amigo preocupado, su padre había muerto frente a los ojos de todos. Bryan era una persona muy sensible, y para Freddy, pensar en lo terrible que Bryan se sentía rompía en cachitos su corazón.

Bryan, con la mirada pérdida y lágrimas en los ojos, ignoraba lo que alrededor pasaba, sólo se dejaba manipular por los ahora eran sus superiores.

Bryan fue llevado a la fila número uno, persona por persona fue  marcada sin importar la edad. Aunque, el dolor de un tatuaje para un niño es grande, sin duda el dolor es mínimo en comparación con el dolor de perder a su padre.

Bryan ahora era parte de Los Triángulos Negros.

Freddy fue formado en la fila número tres, espantado tomaba la mano de su madre con fuerza, un soldado de aspecto robusto, jalo al niño y sin previo aviso empezó a marcar su muñeca, el rizado grito a causa del dolor que esto le provocaba.

Freddy ahora era parte de Los Tigres Salvajes.

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Subí este capítulo porqué mi querida iatziry-x, a quien también le dedico este capítulo ❤ me lo pidió.

Triángulos Negros (Breddy Meyva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora