Corriendo y no volando.

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Diez años atrás..

El sol asomaba y sus rayos me daban de lleno en el rostro,estaba tan cálida y cómoda que no quería levantarme por nada del mundo,la alarma sonaba y sonaba;indicándome que debía levantarme,generalmente me levantaba temprano pero ese día me sentía muy pero muy pesada,mi mamá entro al mi cuarto y con voz suave y cariñosa me indicó que me levantara porque tenia que ir a la escuela temprano.

El desayuno como todos los días me esperaba en la cocina y como siempre era una glotona me comía todo lo que mi mamá me cocinaba,por eso nunca me daba hambre en la escuela.
Unas horas mas tarde todos estaban como locos,las noticias estaban inundadas de los acontecimientos que se estaban llevando a cabo en nuestro planeta;los océanos,los animales no parecían estar muy tranquilos pero de repente todo se calmo y un silencio sepulcral inundó hasta mi escuela,luego de unos minutos todos,alumnos y profesores se recargaban en las ventanas y algunos salían al patio;su vista no se despegaba del cielo y no era para más,posicionados como rodeandonos esos enormes planetas eran una vista única,a muchos les invadió el pánico y llamaban a sus familiares para asegurar su bienestar.
Me invadió un miedo profundo y mi vista dejo de mirar el cielo,obedecí a mi primer impulso y corrí como nunca hasta llegar a mi casa,cuando intenté entrar la puerta de enfrente de mi casa estaba cerrada y como sabia que mi madre dejaba la puerta posterior abierta rodeé lo mas rápido que pude,atravesé la cocina a paso rápido y mis padres y esos seres se desvanecían como polvo frente a mi y mi pecho se sentía vacío.

El León escucho atentamente mi historia y reposaba su cabeza en mi regazo tratando de consolarme,pero mi corazón se sentía agitado y la tristeza llenaba todo mi ser,lo único que me hacía seguir adelante era buscar a mis padres algo en mi me decía que estaban vivos y ahora que Laxus había llegado  del espacio exterior sabia que a parte de La Tierra podía buscar ahí también.

Ya habíamos viajado un día completo,y me sentía aliviada de no tener que cargar con el león,me había seguido sin ningún esfuerzo aunque cada vez que le daba la gana se detenía a descansar;no era muy positivo que volará si se la pasaba descansando mucho más de lo que avanzábamos.
Cierto día después de haber volado mucho tiempo bajo la lluvia empezó a comportarse de una manera extraña,así que decidí detenerme ha ver que le ocurría se me tiro encima aplastandome completamente;justo  en el momento  que un elicoptero del ejército americano volaba cerca de nosotros pero tal acción de parte de mi león fue en vano pues este giro de regreso en dirección a nosotros,escapamos por poco de una ráfaga de lo que parecían ser dardos tranquilizantes volamos hacia una cordillera de montañas que se encontraban serca y para buena suerte nuestra encontramos un pequeño agujero parecido a una cueva donde pudimos escondernos; paso de largo pero mi corazón no dejaba de latir fuertemente y no estaba en mis planes contraatacar contra el gobierno,no quería lastimarlos;mi corazón estaba tan agitado que parecía que me faltaba el aire del susto,los soldados estuvieron sobrevolando el cielo toda la noche,impidiendonos seguir con nuestro camino por lo que decidimos estar escondidos hasta que se rindieran.

—Deberia estar bien ahora que es de mañana Alondra,ya estoy un poco familiarizado con las huidas;los soldados no son muy persistentes a la hora de buscar no son como los cazadores ellos si son persistentes,no saben cuando rendirse y no dan nada por sentado aunque son fáciles de asustar.—  El león me contaba sus historias de sus escapes a pesar de ser algo perezoso.

—Creo que podemos irnos ya.—  como siempre no era buena con los diálogos.

Al llegar a mi casa Laxus estaba todo tranquilo como si no hubiera sido él quién me envió a casi morir al polo norte.

LA DUEÑA DEL UNIVERSO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora