«Tu cuerpo es el infierno donde quiero arder»
Justo en el momento menos esperado para nuestros erizos, la etapa de celo llegó al azabache y tenía que ser cumplido sí o sí.
Sin importar las consecuencias.
#Personajes de sega.
#Historia creada el: 28...
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Era una perfecta mañana, las aves cantaban y el sol siempre brillando. ¿Cómo podría ser un mal día? ¿Y a quién? Pues, sí. Había alguien que estaba teniendo un pésimo día. ¿Y quien era? Sí, Amy Rose.
Desde que tuvo que aprender a convivir en su casa al lado de Shadow the hedgehog todo es un infierno. Le mandaba a cocinar, a que limpie, etc. Pero, ¿Por qué estaba ahí? Pues, Sonic le pidió un favor. Que Shadow se quedase con ella por unos pequeños meses. Antes era el enemigo pero se a empezado a juntar más con Sonic y algunos y ya no lo es, o eso creen.
Hasta le dijo que no haría problemas. Pero era falso. Siempre empezaban con problemas todas sus mañanas.
—¡Rose! ¡Tu estúpido chaos no me deja comer tranquilo! —gritó enojado, después de esto se escuchó un golpe— ¡Maldito o maldita o lo que sea! ¡Vuelve aquí!
—¿Shadow? ¿Sucede algo? —dijo bajando las escaleras tratando de sonar tranquila.
—¡Claro que sucede algo! Para eso te llamaba. ¡Tu maldito chaos me golpeó!
—¿Qué pasa Shady? ¿Acaso la forma de vida perfecta no puede defenderse solo? —empezó a reir después de decir esto.
—¡No! ¡Mierda Rose! ¿Es que nunca puedo estar tranquilo en esta casa? —dijo levantándose de su asiento y salió al patio.
—Ay Shadow, Shadow, Shadow...Si tanta te molesta mi casa —dice elevando la voz en «Mi»— entonces querido, ¡Lárgate! —dijo cruzando los brazos.
Ellos eran como agua y fuego, blanco y negro. Siempre de se hablaban mal. Pero había veces qué Amy era amable.
—Lo haría si pudiera, pero es eso y largarme a un puente o quedarme aquí, soportando tus gritos pero comiendo y mantenerme en forma.
Era verdad, había veces Shadow se iba a fuera a hacer ejercicios como abdominales y otras cosas. A veces me quedaba con él, otras salía a la calle con Cream y Rouge.
—Yo te mantengo aquí solo por que Sonic me lo pidió.
—Me da gracia que antes lo llamabas como «Sonikku» y ahora de su nombre. Era un horrendo apodo niña.
Era tambien verdad, había dejado de llamarlo así por que hace semanas le confesé mis sentimientos por él y no me correspondía. Estaba tan triste pero decidí que nos quedaríamos solo como amigos.
Y ahora así es. Con este gruñón que había veces que sí nos hablabamos normal pero mayormente discutíamos.
—Cállate. Tú no sabes nada de mi vida amorosa y ni te importa.
—Estás por primera vez en lo cierto, no me importa —dijo mientras se acostaba sobre el sofá.
—¡Argg! ¡Eres un odioso! —dijo molesta y saliendo para su habitación.
—Hmph, erizas —susurró mientras cerraba los ojos pra descansar.
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Amy se colocaba un vestido color verde que le llegaba un poco arriba de la rodilla, una tiara del mismo color y zapatos verdes. Todo combinaba con sus hermosos ojos.
La eriza estaba lista, tomó su bolso verificando que todo lo que necesitaba estea ahí. Bajó nuevamente las escaleras y pudo notar al azabache dormido. Vio la hora, nueve de la mañana.
—Shadow.
La eriza se acercó y le tocó el hombro intentando que despierte.
—¡Shadow!
Nada, estaba profundamente dormido.
—¿Así lo quieres? Está bien.
La eriza tomó un vaso de agua que había en la cocina, se dirigió a Shadow y le lanzó todo sobre él.
—¡¿Pero qué coño Rose?! ¡¿Acaso no puedo dormir?!
—Jajaja, perdón. Quería levantarte y ya lo hice. Saldré con Cream y Rouge de compras. De paso compraré comida, ¿Está bien?
—Haz lo que quieras. No me interesa.
De repente, Shadow puso una cara de preocupado. La eriza solo lo miró con rareza.
—¿Te ocurre algo? —preguntó preocupada Amy.
—¿Qué día es hoy?
—¿Eh? —se sorprendió, creyó que le preguntaría algo más importante— ¿Es una broma, o sarcasmo acaso?
—¿Me vas a ayudar o no con esa simple pregunta? —dijo alzando un poco la voz. Estaba demasiado serio. Y eso preocupada a Amy.
—Claro, solo que me sorprende viviendo de ti. —miró su celular— es 23 de febrero ¿Por qué? ¿Acaso es tu cumpleaños o algo festivo? ¡No me digas qué es la fecha de la muerte de...!—interrumpida.
—¡Callate, tonta! No es nada de eso, hmph. Solo quería saber…—dijo mientras tenía la mirada perdida.
«¿Y a este qué le sucede?» pensó la eriza. Estuvo apunto de hablar hasta que vio que el azabache había salido de ahí.
—¿Shadow? ¡Shadow! ¡Gr! Ese erizo es un completo misterio. Jamás lograré entenderlo —dijo mientras salió de su casa.
Ella no sabía lo que le pasaba, pero él sabía que le ocurría. O mejor dicho, lo que le ocurrirá muy pronto.
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