«Tu cuerpo es el infierno donde quiero arder»
Justo en el momento menos esperado para nuestros erizos, la etapa de celo llegó al azabache y tenía que ser cumplido sí o sí.
Sin importar las consecuencias.
#Personajes de sega.
#Historia creada el: 28...
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Los segundos y horas pasaron veloces, torturando al azabache que se encontraba encerrado en su habitación. Habían pasado dos días y Shadow no salía por nada (o es lo que se cree), Amy solo se encontraba preocupada.
Le había escrito por whattsap, notas debajo de la puerta, a gritos o a patadas; pero nada. El erizo oscuro no salía por nada del mundo. Esto mantenía a la eriza más que preocupada. Sabía que el apetito del azabache era grande, ¿Dos días sin comer?
«Ya debe de estar muerto» pensó la eriza mientras pasaba caminando por la habitación.
-Shadow, tu comida está lista. Baja y almuerza ¿Quieres?
Dijo en un tono algo molesto, ya estaba cansada de estar rogando por que baje. Ella se prometió así misma no volver a rogar por un hombre (erizo) en su vida. Nada de obseciones o amores, como lo de antes con Sonic, no lo pasó nada bien y se dio cuenta.
-Shadow enserio, sal...
La eriza no podía seguir así, su corazón era tan gentil por dentro, que se preocupaba por él aún. Así no sean nada. Amy solo suspiró y se fue de ahí a la cocina a almorzar sola nuevamente.
Seis y media de la tarde
-¡No lo soporto Rouge! Lleva más de un día ahí dentro, no es que tenga preocupación, solo...¡Me hace cocinar por gusto! Si eso.
Ella sí estaba preocupada.
-Cariño, ¿Sabes qué? Los erizos de ahora son así, solo rompe la puerta y ya. A la mierda con todo mujer, has que tu voz se escuche y no gastes saliva.
-Mmm gracias Rouge, eres la mejor -dijo la eriza apagando su celular.
La eriza subió las escaleras apurada. De repente sus pensamientos se ponen peores, ¿Por qué? Si solo es su medio enemigo/compañero.
-Shadow, ya no podré más. Si quieres que rompa la puerta...¡Eso haré! -dijo la eriza al frente de la puerta, activando su martillo y preparándose por lanzar el objeto.
-¿Qué haces imbécil?- Una ronca voz apareció por detrás de ella. Sintió una brisa por todo su cuerpo.
-Shadow...-dijo girando su cuerpo y cabeza para observarlo mejor- ¿Qué carajos haces ahí? -dijo asustada, pero tratando de no demostrarlo.
Algo habia cambiado, sus ojos carmesí eran más hermosos y profundos, más brillosos, como estrellas rojas. Simples y hermosas. Su pelaje estaba algo despeinado.
-Te hice una pregunta Shadow...
-Estaba por ahí. Simplemente quisr salir y ya. Ahora quítate, alegrate que me ves, por que no volverás a verme en unas semanas.
-¡¿Qué?! ¿Estás loco?
-Hmph -dijo caminando a ella, no directo a ella, solo a la puerta de su habitación. Era el único que tenía la llave.
