Capítulo 4

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Ya corrí por el camino, hasta el fin llegue al baño, toque asegurándome de que no hubiera alguien,vacío... perfecto, entre y cerré con seguro la puerta detrás de mi,listo, Baje mis pantalones junto a la ropa interior, dejando al descubierto a colosal esta humedad,si esto causaba Daniel con solo imaginarlo, cuando lo viera y tuviera el fin... ¡Dios!.

-Valla que necesitas atención hermanita -Dije con una sonrisa divertida.

Baje la tapa del inodoro y me senté, para así comenzar a mansturbarme, la gente aun no sabe mi lado pervertido ni tampoco que como un buen hombre se me cruce por los ojos empezar a tocarme pensando en él, bueno en fin sigamos, empecé lento, mientras imaginaba una vez mas a mi hermanito ojos marrones en posiciones poco humanas, como quisiera tenerlo ahora así el hecho de que me pudieran descubrir también contaba mucho, la excitación y la adredalina iban de la mano. Ahora iba más rápido, estaba ya poco de terminar.

-Ana ¿estás alli? -su voz sonó a través de la puerta, ¡Mierda! No podía parar me faltaba poco.

-Sí, ya voy -contesté como pude mientras seguía con mi labor.

Una imagen pasó por mi cabeza, por ejemplo abrir esa puerta que daba a la piscina, hacerlo que se hincará y obligarlo a que me lo chupara,para terminar en su boca y morir a gusto... pero no, cordura Ana, paciencia. Así fue como termine en mi mano, manchando un poco el suelo, mordí mi labio inferior para no soltar un gemido o algún otro ruido delatorio.

- ¿Todo bien? -pregunto, aun esperaba a que me fuera con él.

-Sí ya salgo -me levanté y limpié el desorden que había ocasionado, no era mucho pero no quería ser sucia tampoco, acomode mis prendas, ahora ya estaba más relajada.
Cuando abrí la puerta me topé con Daniel recargado en el marco y mirando la puerta perdidamente,hasta que noto que se abrió y movió la cabeza para regresar en sí, - Listo -salí y le di el paso para que entrara, pero solo cerro la puerta y fue detrás de mi.

-Tardaste y me preocupé, pensé que ya estabas cayendo a mis pies por ahora -dijo mientras tomaba su lugar y reía levemente.

-Graciosito, es que creo que algo que comí me hizo daño, lo que sea pero ya estoy mejor -me recargue en el respaldo y cerré los ojos para descansar un poco. La cabeza de Dani volvió a mi hombro y no pude evitar sonreir a notar su tacto.

CONTINUARÁ...

SOLO LLAMAME DANIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora