'CINCO'

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Un sonido sordo salió del suelo y una baldosa se movió.
- ¡corre!¡cogerla!¡por aquí!- dijo la misma vocecilla.
West cogió a  Brooke en brazos y siguió corriendo a Jane y Aiden por el pasadizo. La herida de la pierna de Brooke, tapada por las vendas y el pantalón, empezaba a teñirse de rojo.
<<West corre>> pensó el chico agobiado.
Aiden, Jane y la persona que pretendía ayudarles iban unos diez metros por delante de él. El pasillo estaba oscuro. A West se le paso por la cabeza que pudiese ser una trampa, pero se fue rápidamente al ver una luz que se hacía cada vez más grande hasta acabar en una habitación de unos 80 metros cuadrados.
Había tres camas pequeñas juntas en una pared, una mesilla de madera con una lámpara que desprendía una luz roja, al otro lado un sofá con un reposapies enfrente y, delante del sofá, una pequeña tele. Al otro lado de la habitación había una cocina.

Enfrente de la cocina, tres puertas de diferentes colores: blanca, amarilla y azul. Entraron por la blanca a la habitación. A la derecha de esta había una mesa con una sábana blanca encima.
-Ponla aquí, rápido. Veré qué puedo hacer- Dijo su rescatadora, que resultaba ser una chica de su edad. Era muy alta, de hecho más alta que West, lo cual le hacía sentir respeto hacia la chica. Era un poco ancha de espalda y andaba con cojera, pero no cabía duda de que era hábil. Tenía el pelo rizado y los ojos grises, su piel era muy pálida y parecía tener el tabique nasal torcido.

-¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó Jane. No hubo tiempo para presentaciones. Sincronizadas como si hubieran trabajado codo con codo toda la vida, se pusieron a trabajar en la herida de Brooke, a la que West había dejado encima de la mesa como si se tratase de su obsequio más valioso. Tenía el rostro muy pálido, más que el de la joven desconocida, y sus labios empezaban a amoratarse casi volviéndose azules.
De repente, una duda punzante asaltó a West:
-No va a morirse, ¿verdad?- Preguntó con su voz a punto de romperse definitivamente. Le había visto desplomarse, sangrar y perder la consciencia, pero no se le había ocurrido en ningún momento pensar en la posibilidad de que muriese. Ni en broma.
-No es nuestra intención. Creo que nos debe una explicación a todos, y muerta no solucionará nada, ¿verdad Brooke?- Le pregunto esta mientras le daba una cucharada de lo que parecía un jarabe que había preparado poco antes mientras Jane le vendaba la herida de la pierna, que tenía mejor pinta sin duda.
De pronto, a Brooke se le abrieron los ojos de par en par y musitó:
-Radel- todos la miraron- No puede ser- dijo mientras se le caían algunas lágrimas de los ojos- Lo siento, lo siento mucho.
-Tranquila, ya pasó, fue hace mucho, no te preocupes.
Las dos se hundieron en un abrazo con tanta fuerza que se veía la necesidad mutua.
Incómodos, West, Aiden y Jane se removieron en sus respectivos sitios.

-¿Qué nos hemos perdido?- preguntó West.
-Muchas cosas, pero no es el momento para contarlas. Necesito que Brooke me explique que coño haceis aquí- respondió la que resultó llamarse Radel.
-Buscarte, Radel, buscarte- respondió Brooke débilmente- Te necesitamos, necesitamos saber cosas. Pero primero, ¿cómo nos has encontrado?

-Oh, ha sido fácil, siento deciros que sois bastante cantosos más el plus de que vivo justo debajo de por donde habeis pasado - rió Radel.

- ¿Y cómo acabaste aquí?- pregunto esta vez Jane.

-Es una historia bastante larga. Todo empezó hace tres o cuatro años, cuando...- carraspeó mirando a Brooke- cuando me vine a este zulo o cueva o choza o como queráis llamarlo. Me aburría como una ostra, necesitaba entretenerme. Además, claro, de tener que vigilar mi pequeña Brooke, porque puede liarla parda con un simple moviemiento de muñeca. Entonces me puse a diseñar algo con lo que podes vigilarla. Como resultado me salió una especie de colibrí con una cámara en el pico en vez de los ojos, que es lo que todo el mundo pensaría, aunque da igual - sacó un pajáro más pequeño que un puño hecho de metal, aunque seguí pareciendo un pajáro real.- Utilicé cuatro de ellos en una semana y los solté con la esperanza de que la encontrasen. No había obtenido ningún resultado de mi búsqueda hasta hoy midmo, cuando habeis llegado al muro. El boquete por el que pasasteis lo hice yo, sabía que Brooke lo encontraría. De ahí, daríais directamente a mi túnel, situado estratégicamente. Con lo único con lo que no contaba era que tuviese un pozo en la pierna. Por ello, tuve que salir antes de que os matasen para guiaros, pero no me ha dado tiempo a cerrar bien la trampilla y seguramente la hayan descubierto ya. Pero no os preocupéis, tengo el túnel tan lleno de trampas que sería realmente un milagro que llegasen hasta aquí de una pieza- terminó.

- Vaya, pero... ¿cuánto os lleváis? Siento si suena muy grosero pero no pareces muy mayor la verdad- preguntó, como no, Aiden.

-Jajaja, no te preocupes. En realidad no nos llevamos más que dos años, pero, debido a algunas circunstancias, tuve que madurar antes de tiempo y me quedé a cargo de Brooke, que era su primera pérdida.

- Yo propongo hacer turnos para vigilarla por la noche y avisar si hay intrusos -propuso West decidido a protegerla.

-Me parece una buena idea- respondió Radel- Cada dos horas hay que darle un mejunje, pero siento decir que necesitamos una medicina real, sino sólo lograremos mantenerla en coma y no por mucho tiempo.
Mañana lo concretamos todo y decidimos wue hacer, de momento me quedo yo haciendo turno, descansad.
Y eso hicieron.

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2018 ⏰

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