Capítulo 4

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Chanyeol no pudo dormir en toda la noche.

Nada más llegar a la aldea, dejó a Bucéfalo en su cuadra y luego llevó a Wendy a la cabaña donde ella se quedaba con su hermano hasta que se casara. Wendy le dio un pequeño beso, fue pequeño porque Chanyeol se apartó de forma disimulada, poniendo como excusa que su tío podría verlos y a él le daba vergüenza. A Wendy le pareció tierno aquello. Bufó.

Cuando llegó a su cabaña no se encontró con una situación precisamente agradable. Sehun tenía a Baekhyun sentado en la mesa de madera donde comían, aquella mesa donde había estado Wendy, y lo que le estaba haciendo era comerle a besos por todo el cuerpo.

Él pasó de largo y se dirigió a su habitación para meterse en la cama e intentar dormir. Oyó al cabo de poco tiempo como Baekhyun se iba y luego a Sehun yendo a su habitación.

¿Debería ir a Sehun para contarle todo lo que había pasado? No, era mejor no molestarle.

Suspiró y se quedó mirando el techo de su habitación. Mañana era el día y él tenía ganas de llorar por el simple hecho de pensar en casarse.

¿Por qué? ¿Por qué a él? Odiaba la situación.

Él sólo tenía ganas de correr a Chen y explicarle todo. De abrazarle y volverle a besar.

Se sentó en la cama y revolvió su pelo, frustrado. Estaba pensando en una locura pero quería hacerlo, de lo contrario estaría arrepintiéndose toda la vida.

Se levantó de la cama y se puso su ropa normal. No tomó su arco, solo un cuchillo por si se encontraba algún lobo por el camino. Y salió así de su cabaña, intentando hacer el menor ruido para que Sehun no se despertara.

No fue a las cuadras. Bucéfalo había trabajado suficiente el día de hoy como para también interrumpir su descanso. Además de que podían pillarle más fácilmente si notaban que faltaba su caballo.

Se armó de valor y salió de la aldea, rumbo al camino prohibido. Todo el camino tenía el cuchillo en la mano y miraba a todos lados, aunque podía ver nada debido a la oscuridad, pero todos sus sentidos estaban en alerta. Solo deseaba poder ver a Chen por última vez.

Llegó a lo que parecía el claro de la primera vez que lo vio y se quedó allí. Se sentó en el tronco de árbol caído y se quedó mirando al suelo. Esperaría por Chen.



Pasó mucho tiempo ahí, tanto que incluso el Sol estaba empezando a salir y pronto Sehun le estaría buscando como loco. Suspiró. Dudaba mucho que Chen viniera a aquel sitio en el que habían quedado. La había cagado completamente.

—Me pregunto cuántas horas vas a tirarte ahí sentado.

Chanyeol se levantó del tronco y miró a su alrededor, pero no vio nada.

—Aquí arriba, idiota.

Alzó la mirada y le vio. Estaba sentado encima de la rama de un árbol, desnudo como siempre. Y parecía enfadado.

—Chen, yo...

—Muy guapa tu pareja. —dijo Chen, cruzándose de brazos— Estáis prometidos, ¿verdad? Mi madre me explicó lo que significaba eso. Los dragones somos diferentes, tenemos una pareja destinada que, si no corresponde nuestros sentimientos, nos llegamos a morir. Qué bonito, ¿no crees? —apretó los dientes.

—Chen...

—No, cállate, déjame hablar. —el dragón se dejó caer de un salto al suelo— Odio a los humanos. Los odio. Ellos han acabado con toda mi familia y por años deseé ser el responsable de sus muertes. Muertes dolorosas. Que me suplicaran clemencia y me pidieran perdón. —se fue acercando a él mientras hablaba y golpeó su pecho— ¡Pero no! Tenía que aparecer un maldito olor del que me sentía atraído y descubrir que ese olor pertenecía a un misero humano. Un humano acompañado por un semidragón. —gruñó— Nunca me debería haber dejado acercar, y que me tocaras... y que me besaras. —Chen cerró los ojos un momento y derramó un par de lágrimas— Para que luego tú vinieras a mis bosques para besarte con una mujer. Para pasear a aquella chica en tu impresionante caballo. Oh, si, ¿disfrutas jugando con los sentimientos de los demás?

Dragons { CHANCHEN }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora