Hey Guys, Snap Out of It! | Watashi ga Motete Dousunda + YoI | COMPLETA

27. Over The Line

_____'s Pov

Mientras terminaba de empacar en las enormes cajas de cartón, no podía no sentirme incómoda con la idea de dejar aquel lugar para siempre.

Esta era mi casa, este apartamento antiguo sin un maldito ascensor y de aspecto lúgubre, con los cuartos pequeños y paredes desgastadas, lleno de recuerdos y sentimientos que se quedaron plasmados después de tanto tiempo. Este era mi hogar, sin duda alguna.

El lugar al que siempre podía regresar cuando estaba asustada o los niños de aquel nuevo país me molestaban, donde mi abuela me esperaba con una taza de chocolate caliente y una sonrisa afectuosa, donde el abuelo dejaba libros regados por todos lados como un infante con sus juguetes.

Un lugar del que tenía que despedirme definitivamente.

Por ello no perdí la oportunidad de husmear en cada rincón, recogiendo cada uno de los objetos que me podía llevar y que hacían brillar recuerdos que hace mucho ya había olvidado, meras cosas cotidianas que nunca pensé que iba a mantener tan cerca de mi corazón.

Cosas, tan simples, tan naturales, que cuando ya no estaban eran lo que más extrañabas.

Con una sonrisa triste me volvía a ver allí, con solo cinco años corriendo a abrazar a mis abuelos y entonces volvía a la realidad, al presente, donde nada me esperaba dentro de aquella casa vacía.

Solo fantasmas del pasado.

Sentí una mano en mi mejilla, tan repentinamente, tan fría, que no pude evitar sobresaltarme y ver hacia arriba, Yura frente a mí, con su usual ceño fruncido y una chispa de preocupación en los ojos esmeralda.
Sus pulgares limpiando las lágrimas que, no sabía cuándo, habían comenzado a brotar, formando ríos en mis mejillas.

-Gacela estúpida... no es momento de caerse en pedazos, tenemos una visita indeseada en la sala, y me temo que no es muy paciente que digamos.

-Dile que espere un poco, inventa algo, aún mejor di que no estoy... no estoy de humor para...

-Gacela, es tu padre.

Oh por amor a... ¿En serio tenía que lidiar con el calvo en ese preciso momento?

Soltando un gruñido exasperado me aproxime a la puerta, armando nuevamente, preparada para enfrentar la tormenta.

Y sentado en el sillón favorito del abuelo, se encontraba mi padre y toda su calvicie, mirándome fijamente y con una seriedad con la que nunca miraría a Kae.

Con solo verlo ya sabía que tenía que dar una explicación y tenía que ser bueno.

Aunque esta vez, a diferencia de muchas otras, no tenía que hacer más que decir la verdad, las cosas como eran realmente.

No como si importara a aquellas alturas, al fin y al cabo Viktor era ahora mi tutor legal y nada que mis padres hicieran podría hacerme regresar bajo su tutela.

-¡Papá! ¡Vaya sorpresa! ¿No deberías estar en altamar buscando la Atlántida o algo así?

El obvio sarcasmo de mis palabras rebalsando junto a mi enojo, ese que no podía contener al ver al hombre que debería ser quien se encargara de todo aquel ajetreo que era ahora mi responsabilidad.

Solo en momentos como ese me daba cuenta de cuanto había madurado con todo aquello, era casi gracioso tomando en cuenta que tiempo atrás su mayor preocupación había sido el harem de Kae, y sus sentimientos por Asuma-senpai...

-¿Y tú no deberías estar en el colegio con tu hermana?

... y ahora había pasado de preocuparme sobre el amor a hacerlo por la vida y la muerte.