Soy más fuerte que tú

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Venga, acéptalo

Despertó. Se dirigió al aseo y se preparó para ir a la escuela. Tomó su desayuno y se despidió de su padre. Todo normal. Todo monótono.

Freddy estaba prácticamente en modo automático desde el día anterior luego de que Fred le soltara y se fuera como si nada, dejándole atontado y muy confundido, ¿qué había sido todo eso? ¿Se suponía que ahora eran novios o algo así?

Trató de ignorar aquéllas absurdas ideas y llegar a su clases. Se sentó en su lugar, en la parte media del salón junto a Golden; donde no se notaba demasiado porque no estaban hasta enfrente entre los listos o hasta el fondo con los matones pero apenas alcanzó a saludar a su amigo cuando el pelinegro se puso frente a su pupitre y le miró con esa sonrisa coqueta e insinuativa que fácilmente desarmaba a cualquiera.

-Hola Freddy... ¿no me vas a saludar? -El mencionado no podía hablar de la impresión que le provocaba que de repente le hablara así a la vez que un intenso sonrojo le cubría todo el rostro al recordar el beso del día anterior- Rubio, quitate ahora ese es mi lugar.

El rubio de ojos plateados se había mantenido al margen hasta el momento, viendo la interacción entre esos dos; notando desde hace un tiempo esa tensión que existía entre ellos pero de la cuál no había mencionado nada para no presionar o incomodar a su amigo pero ahora le llamaban directamente. A pesar de que podrían ser una pareja interesante, Golden no confiaba en Fred. Todos en esa escuela sabían que era un vago, mujeriego, pedante y con gustos un poco cuestionables en los que no le gustaría que se involucrara el castaño.

Aunque su opinión no fue tomada en cuenta ante la orden del pelinegro.

-¿Y donde se supone que me siente yo?

-En mi lugar, por supuesto.

Los tres llevaron la mirada hasta la parte trasera del salón, de donde un alto pelirrojo no les despegaba la vista hasta que fue descubierto y, con un notable sonrojo, se puso a hablar con Bonnie, que estaba a un lado suyo mientras el otro -el lugar de la esquina de la ventana- estaba vacío, ya que ese era el lugar de Fred. El rubio también se sonrojó al ver dónde era el dichoso lugar, por alguna razón Foxy lo ponía nervioso, quizá porque lo miraba tanto y no sabía la razón... tal vez quisiera golpearle o robarle.

Freddy se sintió un poco incómodo con todo esto, sabía que Golden le tenía cierto miedo a Foxy así que no quería ponerlo en la boca del lobo pero también necesitaba aclarar las cosas con el pelinegro lo antes posible o nunca volvería a prestar atención en clase de tanto estar pensando en ese asunto.

-Sólo por hoy, ¿sí Golden? -Pidió el castaño con disculpa, a lo que su amigo asintió y llevó sus cosas hasta su nuevo asiento "temporal"- ¿Qué quieres?

-En primer lugar, quitarte al cantante de cuarta de encima, no me gusta que esté tan cerca de ti y a ver a mi nuevo novio, creo que eso es suficiente.

-Tú y yo no somos novios... -Sus palabras perdían seguridad ante la confianza con la que el otro afirmaba lo contrario hasta que recordó algo que le hizo fruncir el ceño con molestia- ¿qué te pasa? Hace poco andabas tras cualquier falda que se atravesara y hoy te volviste marica. Yo no estoy para tus juegos.

El de ojos grises no entendía la confusión de Freddy, para él, aceptar que le gustaba el otro no le hacía sentir mal, culpable ni sufrió por pensar en el qué dirán podría decirse que era una persona tan simple en algunos aspectos de su vida y así se lo hizo ver al escéptico chico que ahora solamente le hacía sonreír.

-Pues ahora no iré tras ninguna falda a menos que tú te la pongas. -Habló de manera insinuativa, abochornando mas al otro.

-Ca-Cállate... no sé porqué piensas eso. Tú no eres gay y yo no estoy interesado en ti.

Déjame respirar FREDDEDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora