8 de marzo
El primer mes de clase ha sido... maravilloso.
Un maravilloso desastre.
Los profesores son aburridos, las clases no se quedan atrás, los compañeros son bordes y los que son amigables, ya tienen formado su propio grupo de amigos. Nadie quiere juntarse con la chica nueva de acento extraño, pero te mentiría si te dijera que eso todavía me sigue afectado.
La realidad es que me esforcé por hacer amigos hasta la segunda semana del mes, después, en una clase aburrida de inglés decidí salirme de clase. Y allí, detrás de las gradas del gimnasio, conocí a Alex.
Es guapo, no voy a negarlo. Pero es solo un amigo, basta con solo ver la forma en la que me mira para saber que en realidad no tiene su interés puesto en mi. Me pregunto su si interés está puesto en algo en realidad, no habla mucho sobre él, tampoco de su familia y puesto que se salta la mayoría de las clases y no le gusta socializar, no creo que tenga muchas amistades.
Pero si tiene un auto, tiene quizá un par y me ofreció un espacio en el asiento del copiloto si vuelve a pelearse con su familia y planea desaparecer algún fin de semana.
Necesito tener un amigo en esta ciudad de mala muerte si quiero sobrevivir al penúltimo año.
Y conseguir uno, con mis mismas intenciones de pasar el menor tiempo posible en mi casa, suena como un desastre mucho mejor.
A.
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Cuando nos convirtamos en estrellas
Novela JuvenilUn boleto de avión. Un joven sin casa. Y una chica deseosa de encontrar respuestas. Damian quiere dejar de vivir en la calle y Quinn necesita de un acompañante si quiere irse a Italia de viaje. Aunque lo nieguen, el destino entrelazó sus caminos...