Cuando nos convirtamos en estrellas

9| Tierra

15 de marzo

Mi madre está embarazada.

Voy a tener una hermana para inicios del otoño.

No te voy a mentir, la idea no me gusta nada, ¿Ser hermana mayor a esta edad? Cuando ella tenga apenas dos años yo ya voy a estar muy lejos en alguna universidad. Cualquiera de Nueva York suena bien, también las de Colorado, Minnesota, o Nebraska. Todo suena bien menos estar en casa, porque Stefano, él que insiste en que ahora le diga papá, se comporta extraño conmigo desde que mamá pasa menos horas en casa.

(Clase de pilates, tardes de té en casa de Dolly, Narcisa o Electra —las esposas de los amigos de Stefano—u horas en tiendas de bebé y remodelación para hacerle nuevos ajustes a la casa) Todos los que ella encuentra en internet y con gusto Stefano se los paga. Estoy bastante segura que un año atrás, nada de esto hubiera sido necesario, también sé que papá no hubiera podido costeárselo, pero la nueva vida y los nuevos lujos hacen brotar nuevas necesidades. Y para mamá, la necesidad de formar parte del nuevo circulo social de Stefano es una muy grande.

Me pregunto si las mías propias alguna vez volverán a interesarles.

A.