REENCUENTRO

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REENCUENTRO:

Llamaron a Katniss justo en el momento en el que entrevistaban de nuevo a Peeta, o a lo que quedaba de él, se le veía tan débil, de esa sonrisa tan luminosa no quedaba ni rastro. Los ojos de la joven se llenaban de lágrimas, no podía creer lo que veía, el sufrimiento que reflejaba su apagado rostro, no podía creer que aún siguiera vivo; su corazón se agrietó, parecía que había recibido una bofetada, el aire le faltaba y ni siquiera se concentraba en lo que decía, sus ojos recorrían cada centímetro de él, memorizaban cada cambio tan doloroso que lucía. En cierto momento Beetee interrumpió esa transmisión con la canción que ella había grabado.

-¿Katniss?- susurró Peeta confundido. El corazón de lo joven volvió a latir con fuerza, casi había olvidado como sonaba su nombre en su boca. Se acercó a la pantalla intentando que él supiera que allí estaba ella, que siempre pensaba en él -¿Katniss, eres tú?- preguntó de nuevo, su mirada perdida intentando verla atreves de la pantalla, algunas lágrimas que amenazaban con salir.

-Sí- aseguró aunque sabía lo imposible que era ser escuchada. De pronto alguien pareció amenazar a Peeta, continuó con su manipulado discurso e ignoró la cancioncilla que Katniss cantaba, continuó como si su voz no lo afectara en absoluto, como si de verdad creyera en lo que estaba diciendo.

-Nadie está a salvo, Katniss, van para allá, no habrá Distrito Trece en la mañana-

-¡Peeta!- gritó Katniss cuando notó que era arrastrado fuera de la pantalla, después de eso la transmisión se cortó.

-Eso fue un aviso, nos está advirtiendo- aseguró Haymitch. Después de eso todo se volvió un caos, activaron una alerta y los pasillo se llenaron de personas en un suspiro, apenas se podía caminar y ella terminó cayendo al suelo con fuerza, no podía levantarse, sólo con la ayuda de una mujer lo consiguió, la ayudó a incorporarse y la guió hasta el refugio. Allí se encontró con su madre pero Prim no estaba.

-Pensé que estaba contigo- su madre se alarmó de inmediato, Katniss no lo dudó ni un instante y subió por la escaleras -¡PRIM!- gritó con fuerza, estaba asustada y no lograba encontrarla.

-¡Katniss!- le devolvió el grito su hermana. Venía acompañada de alguien más, el joven la cuidaba y la guiaba a través de las escaleras, Prim traía a su gato con ella. Apenas consiguieron llegar al sótano, las puertas se cerraron justo detrás de ellos.

-¡¿Cómo se te ocurre volver por ese estúpido gato?!- Katniss más que molesta, estaba asustada.

-No podía dejarlo, no me lo perdonaría- la vocecita de Prim subió de tono y la joven entendió lo importante que era para ella ciertas cosas, todos tenían prioridades.

-Lo sé, lo sé-la abrazó con fuerza y trató de tranquilizarse. No podría vivir si algo le pasara a su hermana, tenía que protegerla a cualquier costo.

Después de eso sólo esperaron, lo ruidos del bombardeo resonaban en las paredes y cimbraban los cimientos de la estructura, Katniss intentaba concentrarse en lo que estaba pasando pero su mente no dejaba de atormentarla con el último recuerdo de Peeta, la forma en la que se lo habían llevado, la forma tan súbita de interrumpir la transmisión, no quería pensar que esa advertencia le costara la vida.

Tenía que distraerse y mantener tranquila a Prim así que jugó un rato con su gato. La mascota de su hermana seguía con entusiasmo la luz de una linterna, era tan fácil guiarlo y usarlo para la diversión de todos.

-Toma, Prim- le entregó la linterna y se fue en búsqueda de Finnick.

-Snow está usando a Peeta y Annie, no lo entendí hasta que jugué con ese estúpido gato. Los usa para tener control sobre nosotros-

UNA BODA EN EL CAPITOLIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora