Capítulo 17: Desayuno Weasley

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Después de la cena, tocaba la distribución de las habitaciones. Tío Charlie recién había llegado a La Madriguera desde Rumania. Los padres aprovecharon para decirle que tenía que él ir al cuarto más pequeño, debido a que él no tenía ni esposa ni hijos, por ende, la familia más pequeña. El abuelo Arthur detuvo su conversación con Lucy para contradecirlos, diciendo que Charlie dormiría con ellos en un colchón.

Harry se negaba a dejar que Lucy y Keila durmieran en la sala, convencido de que ese año merecían ocupar la habitación antigua de su esposa ya que es más grande que la de su mejor amigo, pero tío Ron y tía Hermione se negaban en dormir en aquella habitación, sobre todo tía Hermione.

En eso llegó Teddy, y junto a James se unió a su padrino, defendiendo que ese año él no iba a volver a esa pequeña habitación.

―Tío Ron, con Keila y Lucy nosotros somos seis, siendo la familia más grande ―justificó Teddy.

―¡Yo ―interrumpió tía Hermione mirando a su sobrino― no dormiré en esa pocilga que tenía Ronald cuando vivía aquí! Es oscura, cerrada, hay que agacharse para entrar y ese naranjo chillón es espantoso ―describió con asco. Tío Ron rodó los ojos mientras escuchaba a su esposa―; parece como si uno estuviera dentro de un horno. La ventana es literalmente del tamaño de mi bolso.

―Claro, pero mandaste a tus dos mejores amigos a aquel "infierno oscuro, pequeño y naranjo chillón" ―añadió la madre de James interrumpiéndola. Tía Hermione rodó los ojos.

James miró a Teddy alzando las cejas. Se había sentado a su lado en el sillón de la sala. Su pelo azul a veces atormenta a James. Lucy estaba en al otro lado de James, mirando a los adultos discutir.

―Yo creo que ―interrumpió la abuela Molly entrando a la sala y dejando aperitivos en la mesa, que inmediatamente Harry y Ron agarraron, siendo golpeados levemente por sus esposas―, será lo mejor para todos que los Potter y las dos niñas se queden en nuestra habitación, la principal, y que nosotros y Charlie durmamos en la vieja de Ron.

Los padres de James festejaron en silencio junto a Teddy, James y Lucy.

―Ahora niños -los llamó la abuela Molly mirando a James y Lucy―, vayan a la habitación de tío George, Fred, Maya, Roxanne y Keila están allá.

James y Lucy se pararon del sofá, pero lo que impresionó a todos fue que Teddy también se paró. Al ver que todos lo miraban, alzó los brazos.

―¿Desde cuando dejé de ser niño? ―preguntó inocentemente. James rio junto a Lucy.

―Desde que tienes veinte años y trabajas en el Ministerio de Magia, hijo ―le contestó el padre de James alzando las cejas. Teddy lo miró, no muy convencido.

―Pero... pero... ¡En el cuarto de tío George están todas las cosas que nunca estuvieron en Sortilegios Weasley! ¡Y primo Fred es el único que sabe como funcionan! ―se justificó enojado, haciendo una rabieta tal y como si fuera un niño de seis años―. Por favor, papá Harry. No quiero hablar de política y de economía con la que te conté ―le pidió señalando con los ojos disimuladamente a tía Hermione, esta lo miró ofendida. Harry miró a Hermione y luego se paró junto a Teddy, mirando a su esposa.

―Ginny, ¿desde cuando yo dejé de ser niño? ―le preguntó, haciendo la misma cara de súplica que su hijo mayor. Ginny les dio el camino libre.

Teddy y Harry celebraron en silencio y se fueron corriendo escaleras arriba. El pelo azul se llevó a Lucy cargándola escaleras arriba.

―Tío Ron ―lo llamó James. Este lo miró alzando las cejas―, ¿vienes?

Tío Ron miró tía Hermione con cara de súplica. Esta rodó los ojos y asintió. Tío Ron miró a su sobrino y ambos gritaron al mismo tiempo "¡Lo logramos!". Tío Ron cargó a James y lo llevó escaleras arriba rápidamente.

James Potter y la Ley de la Luz #JP2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora