Capítulo 18: Extraordinario

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Pasaron Navidad todos apretados. Los regalos casi no cabían en la sala bajo el árbol. Como siempre, la abuela Molly les hizo suéteres tejidos a todos los niños. James agarró su suéter celeste con una gran "J" y miró a su mejor amiga: se había puesto el suéter azul marino con una gran "L". Le sonrió a James al verlo poniéndose el suyo, casi burlándose.

Aquel año, la abuela Molly había tenido que hacer veintiún suéteres para todos los miembros de la familia si incluirla ni a ella ni a su esposo.

James había recibido varios regalos, pero el que más le gustó fue el de Lucy. Era un anillo-guardador. Tu lo girabas y decías en voz alta lo que querías guardar. Este giraba y lo guardaba en un lugar que Lucy no supo explicar. Tenía un diseño de un sol y una luna llena. James se lo puso en el dedo y le sonrió a Lucy. Solo había que girar otra vez y saldría el objeto.

Ya habían pasado las dos semanas de vacaciones por lo que tuvieron que volver a Hogwarts. James estaba feliz de no tener que volver a compartir cuarto con Teddy, de seguro esa sería una de las pocas cosas que extrañaría de La Madriguera.

El tren estaba tranquilo comparado con todo el ruido que había en la casa Weasley. Fue conversando con Lucy y Dan acerca de todo lo que había pasado mientras habían estado de vacaciones. Zárifo había sido librado de todos los cargos. El jefe de aurores dijo que no tenían ninguna evidencia concreta que dijera que Zárifo había hecho un crimen real, ya que nunca se había documentado el uso de una maldición asesina. Lo único que había hecho era conspirar contra los Potter. La única razón por la que se le había enviado a Azkaban era porque en ese entonces, Harry Potter era el jefe de la oficina de aurores y lo había enviado preso, pero no se documentó que en realidad haya herido a uno de los miembros de la familia.

Llegaron a Hogwarts más rápido de lo que pensaban. Se bajaron del tren junto a Emily quejándose de que ese Rolf Scamander estaba mal de la cabeza al hacer eso mientras que su jefe (tío Ron) estaba de vacaciones. Se sabía que él estaba a cargo durante dos semanas, pero eso era extremadamente descarado. Ahora Zárifo podía andar libre haciendo lo que quisiera.

―Escuché a mi tía Ginny diciendo que mi madrina Luna planeaba separarse del señor Scamander debido a todo lo que está sucediendo. Obviamente, mi madrina Luna está a favor de mis padres, por lo que de seguro los gemelos inventarán otra canción para culparnos por el divorcio de sus padres ―comentó Dan subiendo las escaleras movedizas.

James miró a su primo de acuerdo con lo que él decía. Lo peor de todo era que uno de los gemelos Scamander estaba en Ravenclaw y era uno de los cazadores. Si Eloide le había dicho a un golpeador que lo matara con una bludger simplemente para ganar, imaginarse lo que le haría Lorcan por ser primo del hijo de las personas que separaron a sus padres.

Entraron a la sala común y vieron a los alumnos de Gryffindor viendo algo. James miró hacia donde miraban y abrió los ojos: la réplica de la espada de Godric Gryffindor no estaba.

―¡CHICOS DE GRYFFINDOR! ―gritó Yunnabi parándose en una silla de la sala común―. ¡Los cobardes de Ravenclaw nos quitaron nuestro elemento más preciado, nuestro monumento! ¡La espada de Godric Gryffindor ha sido robada por el equipo de Quidditch de la casa Ravenclaw! ¡Pero... nosotros no nos rendiremos! ¡Por lo que sin autorización de nuestro capitán! ―Al escuchar esto, James se cruzó de brazos―. ¡Hemos robado la réplica de la diadema de Rowena Ravenclaw! ―gritó levantándola.

Todos los alumnos de Gryffindor presentes festejaron aplaudiendo. James miró a Yunnabi, no muy convencido que solamente haya robado eso. Conociéndolo, él robo algo mucho más preciado que una pequeña diadema.

James Potter y la Ley de la Luz #JP2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora