τρία

9.4K 585 33
                                    

Christopher dormía y me había tocado el primer turno de vigilancia luego le tocaba a el, me aleje un poco de donde habíamos montado campamento y fui entre unos árboles lo suficientemente lejos para que no me vea.Me arrodille y cerré los ojos mientras susurraba theós varias veces.

- Padre..gracias por ayudarme en estos dos días, prometo no defraudarte, nos vemos pronto.

Me levanté y volví al campamento improvisado, habíamos prendido fuego ya que hacía más frío que anoche y estabamos tapados con las frazadas que tenía yo.Mi hombro aún me dolía bastante pero ya había dejado de sangrar, no tenía que hacer ningún esfuerzo con mi brazo izquierdo.

Me senté al lado del fuego.Desde que había salido del Inframundo era todo muy distinto para mi, ahora me daba cuenta de lo distinto que era el mundo a allí abajo.Era hermoso y notaba que el inframundo era un lugar triste no era la imagen perfecta que me había creado durante mis 17 años.Seguramente si Hades escuchaba mis pensamientos me llevaría de los pelos de nuevo al inframundo porque si hablaba mal sobre el estaría defraudandolo como hija.

Luego de un rato más desperté a Christopher y me dormí.

[...]

Cuando desperté ya había salido el sol, el hijo de Ares estaba afilando su espada sentado del otro lado de la fogata ya apagada.Me senté.

- ¿Sucedió algo anoche?

- Una arpía aparecio un poco antes que amanezca pero la maté.

Nos levantamos y guardamos todo.Supuse que eran alrededor de las 8 de la mañana por la posición del sol.Volvimos a caminar en dirección a nuestro destino.

- ¿Sabes que cuando duermes te mueves mucho?

- Si, es por las pesadillas.

- ¿Tienes pesadillas?

- Casi todas las noches - contesté sin dejar de mirar el camino - Es uno de los tantos defectos que tengo por ser hija de Hades, aunque también tengo muchas virtudes.

- ¿Y no te molestan? Las pesadillas.

- Si son molestas pero una vez que te acostumbras, ya está.

El asintió y seguimos caminando en silencio, estaba fresco pero cuando el sol daba en la cara era una calidez hermosa.Ya eran tres días de que había comenzado el torneo y como había supuesto iba a llegar dentro de una semana si seguía caminando al ritmo que venía haciendo.No iba a llegar hasta las ruinas junto a Christopher, el no era de mi equipo, el iba a ser lo imposible para ganar como iba a hacerlo yo.

Luego de una hora ya habíamos llegado al final del bosque.Frente a nosotros se encontraba una ruta rodeada de árboles de ambos lados, miré el mapa que tenía en el bolsillo de mi campera, la ruta aparecía y supuestamente si caminabamos continuando la ruta hacía la derecha ibamos a continuar con el camino.

- Vamos por la derecha - dije y el negó mirando el mapa.

- Si vamos por ahí en un momento llegaremos a un mar y por lo que tengo entendido ni tu ni yo somos hijos de Poseidón.Vayamos por la izquierda y luego vemos por donde continuamos.

- Bien, vamos por la izquierda y si te estás equivocando voy a ocuparme yo de darte de comer a las malditas arpias.

Seguimos caminando por el medio de la ruta bastante atentos de lo que podía salir de los altísimos árboles.

- ¿Y eres semidiosa o hija de sangre pura?

- No te importa - fije mi vista en un búho entre los árboles que estaba muy atento comiendo una rata.

La hija de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora