-¿Dónde estoy?-pregunto en voz baja para mi misma. Me daba una luz cegadora en la cara que aumento mi dolor de cabeza.En un momento me encontraba en un caos, toda golpeada y huyendo. Desperté en un... ¿Hospital? No lucia como uno. Miro a mis lados y me asusto al ver dos pares de ojos mirándome. Me siento en la camilla y las agujas en mis brazos me molestan.
-No le recomiendo que haga eso.-dijo uno de los hombres que estaba en la habitación al ver mi intención de quitarme las agujas.
Dos hombres jóvenes, uno tenía puesto una bata de laboratorio y anteojos. El otro tenía el cabello bastante largo y estaba muy bien vestido. Entrecierro los ojos desconfiada. No siempre una buena apariencia es de confiar.
-¿Dónde estoy?-dije más firme mirándolos a los ojos.
-Meave Rummage, con mutaciones como la telequinesias y telepatía. 20 años, vives sola, estudias un bachillerato en microbiología y llevas tres años en la universidad donde te dieron una beca por siempre ser tan sobresaliente y responsable con tus estudios.-dijo el que no tiene anteojos.
Le miro extrañada. Da miedo que sepa tanta de mi información personal. Seguro trabajan para el mercado negro y van a vender mis órganos. Miro a los lados. Dos puertas, una a la derecha y la otra a la izquierda del laboratorio. Hay muchos ventanales pero si salgo por ellos seguramente me lleve un gran golpe. Creo que estamos en un segundo o tercer piso.
Tal vez si controlo un poco de mis poderes podría dejarlos inconscientes y salir corriendo de aquí.
-Señorita Rummage, no logrará dejarnos inconscientes antes que nosotros a usted. Ni aunque pudiera controlar sus mutaciones.-dice el hombre sin anteojos.
Entrecierro los ojos mirandolos más asustada pero ya entiendo todo. Mierda. Estaba en problemas. Grandes.
-Son mutantes...-dije y estoy segura que el de pelo largo está leyendo mi mente. Le miro desconfiada.
"Idiota" pienso para que el lo escuche. El se ríe un poco y me confirmo mis sospechas. Su mutación debe ser telepatía o algo parecido.
-Bienvenida a la escuela Charles Xavier para jóvenes talentosos. Soy Charles Xavier y el es Hank.-dijo el de la telepatía y sigo mirándolos rara. El otro casi no había hablado.
-¿Dónde esta la salida?-pregunté sacandome el suero y levantandome. Es hora de ir a casa.
Pinche puta madre santa de los dioses. En las películas no te mareas cuando haces eso. Por un segundo todo dio vueltas. Me aguante de la camilla disimuladamente para que no se dieran cuenta de mi idiotez. ¿Cuánto tiempo habré estado dormida?
-No controlas tus mutaciones.-repite el hombre sin anteojos.
Ni cintrilis tis miticiinis.
-¿Crees que no lo se?-pregunté mirándolo. Tampoco quiero controlarlos. No quiero tener que ver nada con ellos.
-Ya sucedieron varios incidentes. Si sigues así te arrestaran y meterán en una no tan agradable cárcel para mutantes. Eso si es que no te matan.-me dice y suspiro.
-No los conozco y tengo una vida allá afuera.-dije preocupada por mis estudios, el trabajo, mi investigación.
-Estarías con otros como tu. Podrías aprender a controlar tu mutación sin que nadie te juzgue y de manera segura.-dice Charles.
Cierro los ojos. No se si sea buena idea. ¿Que tal que me estén mintiendo y quieran experimentar conmigo? o lo del mercado negro. ¿Por que son tan amables?
-Señorita Rummage le prometo que es seguro. Puede confiar en nosotros, no vamos a vender sus organos.-vuelve a hablar Charles un poco divertido.
-Deja de leer mi mente.-dije y volví a marearme. Me toque la cabeza mientras me recostaba de la camilla.
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Physchic
Fanfiction-Bienvenida a la escuela Charles Xavier para jóvenes talentosos.- -Muy bien. ¿Donde está la salida?- Meave Rummage es un desastre andante. Un desastre que siempre es un dolor de cabeza para Charles Xavier. Si a ella le gustaba el negro. A el le gus...