Juntos a nunca jamás.

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Adaptación de la obra de teatro Peter Pan y Wendy de 1904.

Pareja: Scorbus.

(...)

Las palabras en tinta negra eran escritas una a una en el trozo de papel que tenía frente a él. Su caligrafía, impecable, plasmaba todas sus ideas y las materializaba de forma ordenada. Era como si dentro de su cabeza todas las ideas corrieran en círculos al mismo tiempo y solo fuese capaz de ordenarlas cuando las volvía de papel y tinta.

Sus labios se movían de manera casi imperceptible. Susurraba las palabras que quería escribir para asegurarse de que sonaban bien y que era entendible cada frase que se moldeaba a su merced.

...voló por sobre la laguna al tiempo que una de las sirenas lo saludaba efusivamente, con su cabello rubio empapado sobre su rostro y sus brillantes ojos azules, coquetos, atrayéndolo hacia la roca...

Escribía.

Se encontraba dentro de su habitación, el ruido en la sala de estar era demasiado como para poder concentrarse y de todas formas su cuarto era su santuario de inspiración y paz. Lo único que se escuchaba dentro de aquellas cuatro paredes era el rasgueo de su pluma contra el papel y de vez en cuando, el sonido de las hojas del árbol de su jardín agitándose por la brisa de primavera. Había pensado en cerrar la ventana, pero siempre cabía la posibilidad de que él volviera a por lo que se había dejado la noche anterior y no quería obstaculizar su camino.

Escuchó pasos cruzar por fuera de su habitación, la pesada puerta de madera apenas dejaba pasar el mínimo de ruido, lo que significaba que su padre o estaba enojado o frustrado o estresado y que aquello era la razón por la que pisaba tan fuerte.

Pasos, pasos, pasos. Scorpius intentó ignorarlo.

Incrementó su velocidad de escritura, la mano le dolería después, tal vez, pero ahora le urgía terminar con su nuevo pequeño proyecto. Sus susurros se volvieron un relato a voz media y la historia seguía avanzando en su imaginación demasiado rápido como para disminuir el movimiento de la pluma sobre el papel. Solo un poco más, un poquito más y estaría terminado.

El ruido en la habitación de al lado le sobresaltó. Era como si su padre, cansado de lo que fuese que lo tenía tan alterado, hubiese decidido derribar el enorme armario que había pertenecido a sus abuelos y luego, hubiera destrozado cada uno de los recipientes de cristal con productos de belleza de su madre.

Suspiró.

¿Cómo se suponía que terminaría su obra maestra en ese estado?

—...el agua era clara, tan clara que se podía apreciar el grácil nado de las sirenas aún por debajo de los ocho metros de profundidad...

Un golpe.

—...La mayor de las hermanas sirenas se acercó hasta el muchacho y se inclinó para intentar besarlo pero él...

Un golpe aún más fuerte.

pero él, confundido, se apartó y...

La puerta de su habitación se abrió de golpe. Scorpius saltó en su asiento por el susto y los pasos de su padre resonaron en todo el cuarto cuando él cerró los ojos. Lo que sea que estuviese a punto de escribir se desvaneció de su cabeza, como si nunca hubiese existido.

Bueno, ya no había nada que pudiera hacer.

—¿Qué ocurre? —preguntó gentilmente a su padre que ya había comenzado a revolver sus cajones a toda velocidad.

Once upon a dream.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora