Un paso adelante.

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Esa noche tuvo un sueño extraño.

Se removía entre las sábanas como un remolino, no encontraba paz en su cabeza.

Había sangre, mucha sangre. No era suya, por suerte, pero tampoco podía saber de quien era. Estaba en sus manos, resbalando entre sus dedos. Su olor era fuerte y su color aún más, era viscosa, una sensación extraña. Frente a ella estaba una sombra, pero no podía verle, no podía ver nada más. Miró a su al rededor y las paredes blancas manchadas de sangre. Escuchó un ruido, giró y estaba Adrien con una frívola mirada apuntando hacia ella. "Tú lo mataste", decía. "Tú lo asesinaste", volvió a decir. Y en eso, despertó.

Sus ojos se abrieron a la par mientras que se levantaba de la cama con rapidez, con la respiración agitada y un nudo en la garganta. Miró a sus alrededores, asegurándose de donde estaba y soltó un suspiro alentador.

Miró a su lado, directo a su reloj y dio un brinco fuera de la cama—¡Demonios, se me hace tarde! y en menos de un santiamén, corrió hacia el baño, dispuesta a tomar una rápida ducha.






  La morena mantenía su teléfono en su oído, exasperada.

— Vamos, Alya. Sabes que siempre llega tarde— murmura Nino, quien estaba sentado sobre una de las bancas alrededor de la elegante fuente que adornaba el jardín Agreste— Hey, de hecho allí viene. 

Marinette iba a paso veloz sobre el asfalto, con el pelo suelto hecho una maraña y un vestido corto a las rodillas de color lila y unas sandalias blancas que encajaban a la perfección con ese estilo veraniego tan fresco.

  — La verdad no sé porqué me sorprende.

— Ya, lo siento. No pude dormir anoche.

— Me pregunto porqué— la joven le da una mirada pícara y Marinette hace un gesto de negación, pues Nino las miraba a ambas con confusión.

— Ya, entremos.

Al entrar a la mansión Agreste, notaron las decoraciones a nombre del padre Agreste. En las paredes estaban cuadros con bocetos sin terminar del ya fallecido diseñador. Trabajos que jamás iba a terminar. Independientemente de ello, la mansión se sentía más alegre, más viva a comparación de la última vez que vino la joven peliazul; eso lo pudo notar.

Y tal como esperaba, había presencia de muchos diseñadores famosos de París y algunos que otros novatos aspirantes a diseñadores contemporáneos. Tal vez el haber venido no había sido tan mala idea. Todo marchaba a la perfección, la presencia del joven Agreste no era visible en ningún lado, tal vez estaba en la fachada de niño rico que lo alejaba de la presencia de los demás, pues esa había sido su actitud estos últimos días.

De pronto, se escucharon unos choques chillantes al fondo del recibidor, justo subiendo las escaleras. El joven Agreste se mantenía al margen mientras hacía sonar su copa para llamar la atención de los demás. Marinette se quedó impasible al mirar al joven quien vestía un elegante traje de vestir diseñado por su padre, toda una joya de la moda cubría el cuerpo del chico.

— Quiero agradecer a todos su presencia— murmuró con seriedad al mirar a muchas caras conocidas; por ser hijo de uno de los diseñadores más famosos en los últimos años, era casi su obligación conocer a los amigos y conocidos de su padre— Estos días han sido difíciles, más para mí por obvias razones. Mi padre... aun que estuviera ajeno a sus actividades extracurriculares— murmura el joven mientras acomoda su corbata— ...siempre cuidó de mí y de su industria. No soy el único en pensar que sus trabajos eran extraordinarios y que siempre dio lo mejor de sí en ellos. Es por eso que me siento muy feliz de presentar su última exposición que se quedará como su legado y le abrirá las puertas a miles de aspirantes para que tengan la oportunidad de crear su propio imperio— al desviar la mirada, ésta cayó sobre unos ojos azules muy abiertos hacia él. Marinette lo miraba, intentando no poner ninguna expresión a su rostro, pero el solo mirarlo le causaba una sensación de lo más curiosa— Y me disculpo.. si en algún momento dado le he faltado el respeto a los presentes aquí. No ha sido mi semana y tampoco espero que lo entiendan. Espero y sigan disfrutando de la tarde. 

Mr. & Mrs. Agreste |MLB FANFIC| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora