Capítulo 6 - "Encuentro de un tomate con vida."

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Capítulo 6 - "Encuentro de un tomate con vida."

 

Sonreía mientras corría sin rumbo alguno, recordando como poco a poco había llegado a ser directioner. Me sentía tan orgullosa de serlo. De haberles visto crecer, y yo junto a ellos. Me parecía increíble el hecho de que por fin les había conocido. Me parecía tan surrealista que hasta creía que era un sueño. Seguí andando felizmente, dando saltitos en zig-zag, hasta que llego a un parque.

Me he ido del mundo con mis pensamientos, y cuando he vuelto, he comprendido que me he alejado, y no he llegado a la cafetería donde tenía que encontrarme con mi hermana. Esto es genial, tan típico de mí. Idiota, siempre acabas igual. ¡Cállate subconsciente! Yo soy tú y tú eres yo, no puedes evitarlo.

¡¿PERO QUÉ DICES, LOCA?!

Cuando termino de gritarme a mí misma veo que hay un grupo de gente que empieza a aplaudir, aunque, realmente no sé qué hacen, ¿no deberían pensar que la que estoy loca soy yo?

Una pequeña se acerca a mí con una moneda en la mano, y me dice con una sonrisa:  'a mi mami y a mí nos ha encantado tu actuación, ¡hasta parecía que estabas loca de verdad!'  .  No puedo controlarme y estallo a carcajadas limpias. Con que ahora soy actriz o algo así. Bueno, al menos no he acabado en un psiquiátrico.

Tras algunos aplausos más, decido llamar a Paula, para que me diga cómo encontrarla. Saco el móvil del bolsillo, intento desbloquearlo y no reacciona, por lo que mi capacidad mental me informa de que está sin batería. ¡Qué oportuno!

Me dirijo hacia un banco para sentarme, tanto andar me ha dejado molida. Además, claro está, de que soy una vaga. Al final, termino tumbándome en él boca abajo, y miro la húmeda hierba. Sin duda, el clima de Londres es muy húmedo, casi siempre llueve, y apenas hay algunos rayos de sol al día, con suerte.

Observo atentamente el bonito paisaje, y me incorporo.

De repente, una bonita mariposa se me posa en la nariz. Ojalá pudiera hacerle una fotografía con mi inservible teléfono. Sonrío ante la sensación de las pequeñas alas de la mariposa agitándose.  Unos segundos después, la mariposa sale de mi campo de visión. Pasan unos segundos hasta que puedo localizarla, se encuentra encima de una cabina de teléfono. Me encantan las cabinas de teléfono, son súper cool.

Una cabina... una cabina... una cabina... ¿por qué me da la sensación de que se me olvida algo?

 

- ¡OH, DIOS! ¡ADORADA CABINA, VEN A MÍ! - extiendo mis brazos para recibirla, como sé que no va a venir, corro hacia ella y la estrecho como puedo entre mis brazos (debido a su gran tamaño en comparación con el mío).

Después de abrazar a mi salvación, me introduzco dentro de la cabina.  De pronto, empieza a llover. Si ya decía yo que el tiempo aquí era muy variable... a la vista está. Lentamente contemplo cómo se desliza cada gota por la parte exterior de mi cabina.

A lo lejos, una pareja huye corriendo de la lluvia en un diminuto paraguas. Este lugar sería perfecto si el verdadero romanticismo existiese, desgraciadamente, es todo material para hacer publicidad y promocionar películas. Posiblemente, por eso las mejores estén  ambientadas aquí. Un sitio acogedor y especial. Con este tiempo, un té caliente me vendría genial.  Podría decirle a Paula de ir a tomar un té. Espera... ¡Es por esa misma razón por la que estoy en una cabina! No cambiarás nunca, tan despistada como siempre. Mi subconsciente ataca de nuevo... Estoy enfadada conmigo misma, porque siempre me distraigo.

Después de mi estúpida interrupción, meto las manos en mis bolsillos en busca de algunas monedas. Por suerte, encuentro algunas libras que me servirán, gracias a la chica de antes, me llega lo justo para una llamada.

 

*****************

Tras realizar la llamada, me dispongo a salir de la cabina. Por suerte, ha dejado de llover, lo que hace más fácil mi caminata. Empiezo a cantar en voz alta, pero no tan alto, de manera que yo sola pueda escucharme, no quiero que me pase lo de antes.

Sigo caminando y cantando animadamente, siguiendo las instrucciones perfectamente sobre las calles que debo tomar según Paula, esta vez sin distraerme.

Media hora más tarde, llego a mi querido destino. Pues sí que me había alejado, jolines.

Intento entrar, tiro la puerta hacia fuera, y pego un portazo. Las personas que están dentro tomándose sus cafés se me quedan mirando, algunos con una sonrisa (quizás éstos sí que piensen que me falta algo dentro de mi cabeza), otros frunciendo el ceño (vaya, debo de haberles caído mal, sería como odio a primera vista, ¿no?). Siempre me confundo con el cartelito de la puerta, cuando dice tirar, empujo, y cuando dice empujar, tiro.

Llego a la conclusión de que tengo que hacer lo contrario, así que empujo la puerta, y entro.

Busco con la mirada a mi querida hermanita que me hizo andar hasta aquí, y no la localizo. Sigo mirando cara por cara, hasta que encuentro a un tomate con vida, posiblemente llamado Paula, que tiene un tremendo ataque de risa debido quizás a mi torpeza intentando entrar al local.

 

Como sé que tardará unos minutos en calmarse, me pido un té inglés junto con un cupcake (para los/as que no lo sepáis, se trata de un mini-pastel que está riquísimo, con bastantes calorías, pero con un sabor extraordinario). Cuando me traen lo que he pedido anteriormente, doy las gracias, y devoro mi comida con gusto, para terminar bebiendo mi dulce té.

Para cuando termino mi preciada comida y mi antes delicioso té, mi hermana deja de ser un tomate con vida, y me pide que le cuente si me ha ocurrido algo más con los chicos después de que ella se fuera...

- ¡Oh, dios! ¿Entonces viste a Harry desnudo? - pregunta mi poco inocente hermana Paula.

- ¡Claro que no, loca, ya te he dicho que estaba en calzoncillos! - respondo tan avergonzada que empiezo a sentir las gotas de sudor recorrer mis manos.

- Wooow, hermanita, pero qué suerte tienes, si llego a saber eso, habría vuelto... Y bueno, ¿tú qué tal le viste? - cuestiona alzando las cejas con cara de pillina.

- ¡Paula, por favor!

- Pero qué inocente intentas ser a veces, hermanita - dice riendo como si fuera gracioso.

- Oye, hermana, ¿cómo te despediste de ellos? - tengo curiosidad por saberlo, para saber si hizo lo mismo que yo, así que lanzo mi pregunta.

- Pues... les di un abrazo, les di nuestros números, y quedé con Zayn... - esta vez es mi hermana menor la que responde con nerviosismo.

- ¿Tienes una cita con Zayn Sexy Malik?  Impresionante, hermanita, se ve que tú tampoco eres inocente, ¡choca esos cinco! - chocamos nuestras manos y hacemos nuestro especial saludo, después, reímos ante nuestra poca madurez empleada.

- Creo que le has gustado a Harry, Steph... y creo que a Nialler también, aunque de ese no estoy muy segura. De todos modos, saldrás de dudas si te llaman a tu móvil. Lo sé, soy una genia por darles tu número, dame las gracias. - Se da palmaditas en el pecho  insinuando que es la mejor, lo que hace que me ponga histérica.

-  QUE HAS HECHO, ¡¿QUÉ?! - un grito sale inesperadamente de mi garganta.

En la cafetería reina el silencio. Nadie se mueve. Todos miran en nuestra dirección. Por dios, pero qué cotillas y exagerados, ¡que no ha sido nada! Lo sé, yo también soy muy exagerada. Pero es que Paula no sabe en el lío en el que puede meternos al haberles dado nuestro número, ¡ellos piensan que somos periodistas! ¡Pueden darle nuestro número a su representante, a mi supuesto jefe, o qué se yo!

- Vámonos de aquí, Paula, tenemos que reunirnos con mum y los demás en el restaurante, hablaremos de esto en casa, ¿de acuerdo? - no quiero hacer tanto escándalo, suficiente hemos hecho ya.

 - Sí, claro.

De salir de un lío a entrar en otro, simplemente genial.

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Nuevo capítulo para ustedes, espero que os haya gustado.

Esta vez es más largo que la anterior, ¿eh?

Nos leemos la próxima....

LittleGirlSF xx

Sueños pendientes (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora