CAPÍTULO 7 - Mamá, ¿le conoces?

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¡¡Hola!! Al fin de vuelta y con el siguiente cap :D

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Eso es todo.. DISFRUTAD DEL CAP, EMPIEZA LO BUENO

LittleGirlSF

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CAPÍTULO 8 - Mamá, ¿le conoces?

Seguía preocupada por la estúpida acción de mi hermana al darle a los chicos nuestro número. O sea, por una parte es genial, porque tenemos una pequeña posibilidad de que nos llamen para vernos de nuevo, pero, ¿y si dan nuestro número a los verdaderos periodistas de The New York Times? Sería nuestro fin: mamá nos enviaría al famoso internado de Australia, ese al que ella fue por un año, y la verdad, según nos cuenta, lo pasó fatal, aunque ya sabéis que dicen que lo que hacen nuestros padres para nosotros es para nuestro bien... Según mi madre funcionó en ella, yo, por mi parte, no quiero ni que se repita una parte de su experiencia.

Volviendo al tema central... ¿qué haremos si se dan cuenta de que no somos periodistas? Dios, esto no me puede estar pasando a mí. ¡Lo tenía todo bajo control!

Voy intentando pensar en alguna solución por si algo como esta catástrofe llega a pasar cuando...

- Steph, mamá me ha mandado un whatsapp con la dirección del restaurante. También me ha preguntado si has vuelto a perder el móvil -estalla en carcajadas- ¿en serio? ¿otra vez lo has perdido? ¡Tía, Steph, es el tercero este año¡

- No, no, esta vez solo se me ha quedado sin batería. Y no fue mi culpa, ¡es que se esfumaron los otros móviles! - no es justo, si desaparecen solos no es mi culpa.

- Ya, claro, claro, oye, date prisa que tengo hambre.

Aligeramos el paso, pero por lo que empieza a verse no lo suficiente, porque empieza a llover a cántaros y oye, menuda gracia, no llevábamos paraguas. De todos modos, con el cambio de ropa de antes (cuando estábamos realizando el plan) y la ropa mojada y sucia, nuestra familia no se daría cuenta de que esa ropa no formaba parte de nuestro armario. Así que, por una parte, la lluvia nos servía de algo.

Como habéis podido comprobar hasta ahora, me gusta mucho cantar (aunque lo haga mal) , las películas disney, actuar y bailar. Bueno, pues a mi querida hermana también. A veces no le importa ni el lugar, si le apetece cantar, canta, y si le apetece baiar, baila, sin importarle el sitio o la cantidad de personas que se hallen allí.

Y lo digo porque, está cantando a todo pulmón la canción de la lluvia...

Que llueva, que llueva,
la virgen de la cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan,
que sí, que no,
que caiga un chaparrón,
¡que rompa tus cristales y los míos no!

Como decía, si se le antoja cantar lo hace, sin tener vergüenza alguna. No sé si es casualidad o es que ya tenemos muy mala suerte, pero ya empieza a diluviar, parece que fuera a aparecer ahora Noé con su arca.

Pasados otros diez minutos corriendo bajo la lluvia, llegamos a la dirección que nos había mandado nuestra madre por whatsapp, que al final resulta ser más de comida rápida que de otra cosa -mejor para mí, es lo que más me gusta-.

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⏰ Última actualización: May 08, 2015 ⏰

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