Prólogo.

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—Vengo a este lugar siempre que me siento estresada o simplemente deseo un tiempo a solas. Digamos que es... Mi guarida secreta.

—Es hermoso.

Puedo ver su sonrisa a pesar de que las lágrimas aún bajan por sus mejillas. Estoy pesando seriamente en castrar a ese imbécil por hacerla llorar, ¿quién se creé para decir ese tipo de cosas?

Es cierto que no hay lazos que nos unan, lo único que nos mantiene juntas es un contrato y el acta de matrimonio. Pero ese idiota no sabe nada de lo que pasa realmente, es irónico que antes pensaba que este año sería muy largo y ahora aprecio cada minuto que paso a su lado. Tal vez ella no lo sienta de igual manera y que actualmente se sienta poca cosa.

—No le hagas caso a ese imbécil. No tiene el suficiente cerebro para procesar que no todas babean por él. — Dije tratando de levantarle el ánimo.

—Él tiene razón en un punto. — Me dice con una sonrisa triste. —Nadie podría amar a alguien como yo.

¿Qué haría Sugarcoat en una situación así? Posiblemente diría la verdad sin importarle las conciencias. ¿Qué haría Indigo o Lemon? Quizás ir a partirle la cara a ese niño mimado. ¿Twilight o Sunny? Ellas tal vez condensarían lo que sienten. ¿Cambiaría algo si le confieso que me enamoré de ella? Quizás no. Pero al menos podría subirle el ánimo, ¿no?

Ella se vio obligada a casarse por medio de un contrato que beneficiaría a su familia y la mía. Claramente no tomaron nuestra opinión al respecto, posiblemente ella ni siquiera se sienta levemente atraída hacía mi persona... Tampoco la culpó, no soy la mejor persona con la que quieras pasar el resto de su vida.

¿Puedes enamorarte en seis meses? Puede que si, más si vives en el mismo techo. Gracias a ello pude conocer muchas cosas de ella, muchas de las cuales sólo las demuestra en la privacidad hogareña.

—Te amo. — Confieso con la mayor sinceridad que alguien como yo puede tener.

Veo que ella se me queda viendo finalmente, ¡genial! Acabo de regarla a lo grande. Pasa aproximadamente un minuto en total silencio, hasta que se ríe suavemente, se acerca a mi, dejando poca distancia entre nosotras. Se siente bien poder verla sin tener que levantar la mirada, ella es un par de centímetros más baja.

—Ya lo sabía. — Me dice y eso sólo me deja en schok, ¿tan obvia era?

Se acerca a mi oído y me susurra algo que hace a mi corazón acelerarse. Supongo que en estos momentos tengo una estúpida sonrisa en el rostro, pero realmente no me importa, he cambiado gracias a ella y ahora puedo decir con seguridad que ese contrato fue lo mejor que me pudo pasar... Un contrato que nos ataba a Trixie y a mí por un años, dos meses y veinte días.

Ese contrato fue el inicio de una historia que jamás estuvo en mis planes el vivirla.

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Notas: Primer capítulo será publicado el 14 de febrero de este año.

Después de probar el café con azúcar y el chocolates no amargo te entran ganas de escribir algo diabético.

Y aquí yo con una nueva historia que será todo un reto, ya que no habían muertes, ni tanto drama, no suspenso ni nada de lo que estoy acostumbrado. Prepararen la insulina que esto planeó hacerlo sumamente dulce.

La razón principal por la que público esta historia es debido a que conversando con uno de mis amigos y fans, alegó sentirse muy atraída por la parejita. Así que Aragon5178 aquí tienes un pequeño regalo de mi parte, consideralo un regalo de cumpleaños atrasado y un regalo de febrero.

1 Año, 2 Meses y 20 Días. [Sourxie] (En Analisis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora