1 Año, 2 Meses y 20 Días. [Sourxie] (En Analisis)

4. Fin De Semana. Parte II.

Sonata sabía perfectamente bien que su hermana mayor era una mujer de armas tomar. Adagio Dazzle no era la clase de chica que permitía que jugaran con ella, odiaba la autoridad y que le dijeran que hacer.

En Canterlot High era muy popular, muchos intentaron salir con ella, sin embargo, ella siempre los rechazó. Por eso, a Sonata le sorprendió mucho cuando Sunny Flare, en aquel tiempo heredera del conglomerado, se interesase en su hermana.

A pesar de los múltiples rechazos que recibió, la chica de cabello color mora siguió insistiendo hasta que logró que Adagio le diera el si. Sunny Flare se enfrentó a su familia, e incluso aceptó su desheredación con tal de seguir en la relación con Adagio.

Tantas cosas que tuvieron que pasar para estar juntas, decidiendo mantenerse juntas sin importar nada. No era de extrañar que Sonata estuviese sorprendida al enterarse de que el matrimonio de ellas dos, estaban en un declive muy significativo.

Cuando ella y su esposa, Aria Blaze, fueron a visitar a Adagio, no esperaron encontrarla enfurruñada en el sofá, mascullando cosas sin sentido.

—¿Estás segura de eso? —preguntó Sonata, después de que Adagio les contó lo que había ocurrido horas atrás.

—Creo que sería lo mejor —respondió Adagio. —Nuestra relación ya no es lo que era antes. Las discusiones son muy frecuentes, si seguimos así, acabaremos lastimadas físicamente.

—Y tú no ayudas en nada con respecto a las discusiones —espetó Aria, quien habia estado en silencio. —¿Acaso ya olvidaste a lo que Sunny tuvo que renunciar para estar contigo? Es normal que aveces se sienta estresada por ello. Dime, ¿cuándo fue la última vez que te sentaste a hablar con ella sobre sus frustraciones?

Adagio frunció el ceño, meditando en silencio la pregunta que su cuñada le hizo. Una mueca de sorpresa cruzó por su rostro cuando no encontró una respuesta. Aria notó eso, respiró hondo antes de hablar.

—¿Lo ves? Ambas son igualmente culpables de que su matrimonio se esté desmoronando. Sunny comete el error de no hablar y tú de no escuchar. Al final, la frustración de las dos toma lo mejor de sí mismas —manifestó, extendió su brazo, pasándolo por los hombros de Sonata. —El matrimonio muchas veces es difícil —le sonrió a su esposa. —No siempre será color de rosas, habrá días en lo que desearán salir corriendo lejos … pero siempre volverán a estar juntas. Lo único que debes de hacer, es dejar el cinismo y el egoísmo atrás.

Adagio se quedó en silencio, sabiendo que no podía refutar lo recién dicho. ¿De cuándo acá la esposa de su hermana menor tenía reflexiones tan profundas? ¿En qué momento Aria maduró tanto?

Aunque debía admitir que ella tenía toda la razón del mundo, hacia año atrás, Sunny solía contarle sobre su día y viceversa. Pasaban gran parte de la tarde y noche, hablando, riendo y, los fines de semana saldrían a pasear y tontear como en su adolescencia.

—Adagio, se que amas a Sunny —habló Sonata, después de un par de minutos en sepulcral silencio. —Pero si de verdad quieres salvar la relación, debes de poner de tu parte. Habla con ella, con sinceridad y decidan que quieren; seguir juntas o separarse.

—Lo sé —dijo Adagio. Miró a su hermana menor y cuñada, ambas se veían igual que hace dos años atrás. Esperaba que ellas dos no pasaron por la misma crisis que ella. —Gracias. Ahora se que debo de hacer.

(...)

Era de madrugada cuando Sunny Flare se deslizó ágilmente por la sala de su casa, una caja algo pequeña entre sus manos. Estaba lista para enfrentarse a Adagio y arreglar la tonta situación que ella misma fue culpable de crear.