Al amor.
A ti, creador de todas las promesas y destructor de la mitad de ellas.
Al único porqué, a la brisa más huracanada, a la tormenta más pacífica, más perfecta.
Estás en todas las cosas. Pasadas, presentes y Futuras.
Estás en cada tejido muerto que no se descompone, en cada risa que no llega a los ojos.
En cada guiño en un concierto, cada nota sin remitente, en cada púa mordida.
Necesito decirte que te odio, que el antónimo de tu significado reina en mi por excelencia, que necesito que mires de lejos como se deshace una flor que no brilló igual para ojos de todo el mundo.
Quiero chillarte, escupirte, soltarte toda ésta tinta en la cara, sabiendo que esto sólo te hace gracia, que provoca en ti la más miserable de las condescendencias.
No te necesito, igual que una tormenta perfecta no necesita crearse de noche, igual que un beso no necesita ser legítimo, igual que una tortura no necesita ser dolorosa.
Eres inevitable.
Eres horrible.
Eres sangriento.
Eres el grito más agudo. La nota más desafinada. La mente más rota.
Siempre que pienso en ti me viene a la cabeza el deseo de tener un barco con rumbo sin timón ni capitán, un horizonte a la vuelta de la esquina, un par de alas de sobra, una pluma de repuesto, una venda y una vela.Así que a ti, Amor, al criminal más inocente, voy a atreverme a pedirte paciencia conmigo.
Y con él.
O con quien tú quieras, supongo.
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Animal Nocturno
Thơ caEsto, es complicado. Aquí estoy yo, junto con todas mis tonterías demasiado fáciles de interpretar como para que lo haga la mayoría. Pero adelante, querido lector, si ves que puedes, y si formas parte de la minoría absoluta.....aquí está el insomnio...