Sesión 8

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Mi cuerpo comenzó a sentir frío y el viento revolvió algunos mechones de mi cabeza.

— Alonso, ¿Qué haces despierto tan noche?

— Discúlpame papá, tenía insomnio y quise salir unos minutos para tomar aire fresco, pero ya mismo entro a la casa.

— Corre, hace mucho frío no vayas a enfermarte.

Obedecí a mi papá y entré a casa buscando algo de comer en el refrigerador pero al final decidí encender la cafetera y saqué mi taza favorita con una linda frase.

— Recién ví a un muchacho allá afuera, parecía observar tu habitación, temo a que sea algún ladrón.

— No creo que lo sea, yo estaba allá afuera y no había nada.

— Aún así más vale estar pendientes, no vaya a ser que quieran hacernos algo y más porque tu mamá está sola todos los días.

y pensar que en cierto punto papá tenía razón, un maniático rondó por esta casa y peor aún que es conocido de la familia y si mal me va les haría daño. No quiero que eso pase por eso debo cumplir el contrato al pie de la letra.

— Subiré a dormir, mañana tengo escuela y no deseo ir somnoliento.

Subí las escaleras y apagué la luz para poder conciliar el sueño nuevamente.

Tiempo después estando en la preparatoria no ví por ningún lado a Jos, no me extrañaría siendo el ya que siempre tiene esos malos hábitos de llegar tarde lo sé porque desde niños lo hacía.

— Hola.— saludo Emma una amiga mía.

— Hola Emma, buenos días.

— No sé si sepas que se armará una pre-fiesta y no hay lugar disponible, así que ¿Podrías apoyarnos?

— No creo que sea posible, mis padres estarán en casa.— respondí

— Oh, entonces no será posible.

— Lo siento Emma, ¿No se podrá esta vez en la tuya?

— Todo depende si mis padres se van de viaje, si eso sucede se hará ahí pero si no tendré que cancelarla.

Sonrió y me dejó solo, observé mi alrededor y encontré a mi pequeño grupo de amigos.

Freddy, Alan y Bryan.

— Hola.

— ¿De verdad tenía bigote?

— Sí, fue asqueroso besarla.

— Lo imaginé amigo.

— Alonso, ¿A que se debe esa cara tan larga?

— Es por el estrés, ya saben cosas familiares.

— ah sí, y ¿Qué es ese estrés?

— Nada de importancia.

En ese mismo instante vibró mi celular, lo cogí entre mis dedos y abrí el chat de conversación encontrándome con otro mensaje de Jos.

ven al gimnasio, tengo algo que hacer contigo.
Recibido 9:45 am

¿Qué cosa harás?
Enviado 9:46

No preguntes y ven aquí, después lo explicaré.
Recibido 9:46

Estoy ocupado ahora mismo, ¿No puede ser después?
Enviado 9:46

No alonsito, es ahora o nunca recuerda el contrato que tenemos vigente.
Recibido 9:46

Está bien en unos minutos te veo ahí, que enfadoso eres.
Enviado 9:47 — leído ✓✓

Dejé a los chicos en el lugar, atravesé todo el patio para ir directo al gimnasio donde el lunático me esperaba seguramente ansioso.

Y así fue como lo hallé fácilmente en una banca perdido en su teléfono celular, su rostro lucía totalmente pálido y sus gestos neutros.

— Creí que no vendrías, con lo rebelde que eres en estos tiempos no se sabe.

Habló levantándose de la banca y al finalizar la oración sonrió coquetamente lo cual me estremeció.

— Acaso ¿tengo otra opción? si me niego harás cosas terribles, pero sé que si acepto terminarían pasando cosas peores.

— Quiero besarte alonsito, quiero acariciar tu delicada piel.— dijo con lujuria.

— No te permitiré tocarme, no sucederá jamás.

— Quién sabe, de un momento a otro todo podría pasar entre ambos ¿No lo crees?

— No pasará entiéndelo de una buena vez.

— Me encanta que seas engreído, me prendre que te resistas a mis encantos.

— Estúpido.— reí

— ¿Perdón? ¿Qué me haz dicho?

— Estúpido, eso eres tú

— Chico malo, ¿Tendré que castigarte para que me respetes?

— No lo harías

— ¿Dudas de mí palabra?

Poco a poco se acercó y tomó mis muñecas con fuerza haciéndome daño, forcé a Jos para que me soltara pero fue imposible.

— Me fascinas.— aspiró el aroma de la camiseta del menor, recorrió con sus húmedos labios dicha zona hasta llegar a su lóbulo donde se detuvo unos segundos para morderlos.

—Ah, basta, ah.— Jos descubrió el punto débil de Alonso donde siguió mordiendolo para hacerlo estremecer.

— Ya descubrí una de tus zonas débiles, me será más fácil seducirte.— dijo mientras seguía con lo suyo.

— Házme tuyo.— inconsciente, el menor dijo hacia su mayor quien se sintió satisfecho con dicha oración.


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Perdonen la tardanza xd, se me olvidó actualizar pero como buena editora que soy en un rato les subo otro ahre.

Amargo - J.V ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora