Me despierto a causa de un terrible olor a quemado, me levanto rápidamente al notar que Summer no estaba a mi lado. Me desplazo hacía la cocina me alarmo de na manera fatal al ver una gran cantidad de humo salir del lugar.
-¡JODER SUMMER!-grito buscando a mi amiga.
-¡Solo quería prepararte el desayuno!-responde la chica igual de alarmada.
Me calmo un poco al ver que no se quemaba nada aparte de la sartén, pero mi preocupación creció al ver que Summer tenía sangre en las manos. Apago la sartén, la lanzo a el lavaplatos y me acerco a ella.
-No es nada, en serio.-dice tratando de calmarme.
-Claro que es algo Summer por Dios, te estas desangrando, no puedo dejarte sola ni por un solo instante porque piensas en quemar la casa.-dije tapando sus heridas.
-Soy un desastre lo se.-dice ladeando la cabeza y haciendo una mueca de dolor.-Es que no se me ocurrió otra manera de suicidio.-dijo riendo causando lo mismo en mi.
-Ni desangrandote tomas las cosas en serio perra.-dije con una media sonrisa.
-Pero así me amas perra.
-Que modesta...¿como estas tan segura?
-Porque solo tu mejor amiga aguanta incomodidad para dormir, sigue consolandote y prefiere sufrir que verte sufrir a ti y a pesar de que tiene el sueño pesado se levanta, sale corriendo y te cuida como que si de su hija o su hermana se tratase.-dice con una sonrisa de admiración.
Mis ojos se tornaron llorosos <Joder, como amo a esta perra>. Me abalancé sobre ella abrazándola, ella respondió a mi abrazo.
-Ehh....ya puedes quitarte....me estas lastimando y tengo hambre.-dijo dañando el momento.
-Siempre tu.-dije rodando los ojos mientras sonreía.
Nos levantamos y y me dirigí a mi habitación.
-¡¿Quieres huevos quemados?!-grita Sunmer desde la cocina.
-¡No habiendo otra cosa...Noo, mejor salimos a comer!-grité de vuelta.
-¡De acuerdo!-gritó-pero prestame ropa-dijo asomándose en mi puerta.
-Como quieras-accedí.
-Esoo.-contestó sonriente.
Tras unas largas horas de arreglo femenino, tomé a Summer de la mano y emprendimos un viaje hasta el lugar de desayunos mas cercanos al parecer el rubio teñido me lo había pegado, espera...<Exacto ya no piensas en otra cosa que no tenga que ver con el> me dictó mi subconsciente, no me gusta declaré obteniendo como resultado la palabra <MENTIROSA> que revoloteaba en mi mente. Pensaba en lo que era y lo que podría ser si me involucraba con este chico, y lo que me dijo aquel día fue una razón mas para mi preocupación y confusión, no sabía, mi cabeza daba vueltas una y otra vez ocasionando el hecho de que no dije ni una sola palabra durante el trayecto de mi departamento hasta el restaurante a el que dirigimos.
-_________ ¿Que te pasa?-preguntó Summer interrumpiendo mis pensamientos.-estas tan callada, no has dicho nada y no has dejado de sonreír como imbécil ¿Que tienes?-preguntó con mucha curiosidad.
-E..Es...-tartamudeo, aclaro mi garganta e intento hablar, la chica me ve intensamente esperando mi respuesta.-No es nada.-logro responder.
-Es algo.-dice alzando repetidamente ambas cejas.-Ohh, es decir....Es alguien-declara repitiendo el mismo gesto.
-Oh, claro que no.-digo intentando hacer que me crea, no quiero hablarle de alguien con el que estoy pensando tener una relación cuando ella acaba de terminar con la suya y... <¡AJA! lo dijiste> celebró mi subconsciente.
Ignoré una vez mas mis pensamientos y me dirigí al chico que se acercaba a la mesa.
-Buenos días señoritas, ¿puedo tomar su orden?-dijo el apuesto chico amablemente.
-Ehh... yo quiero huevos, tocinos, lasaña y después pido el postre.-ordenó Summer, tanto el mesero como yo nos quedamos con la boca abierta al escuchar a mi amiga ordenar tanta comida ¡solo para el desayuno!-¿Que?-preguntó con inocencia.
-Nada...nada.-dije aun impactada, nunca la había oído pedir tanta comida.-Yo solo quiero huevos y tocino, gracias.-ordené.
El chico asintió y se retiró.
-Ahora sí, explicame.
-¿Que cosa?-dije frunciendo el ceño.
-¿Quien es el?
-Summer ¿De que hablas?
-Hablo de que conozco a mi mejor amiga desde los 8 años y se que hay algluien.
La miré con algún tipo de sentimiento horrible.
-En serio...Estoy bien.-dijo tocando mi mano y dandome paso para que hablara.
-Se llama Niall.-dije apenada.
-¡Lo sabía!-exclamó sonriente.-Amiga eso es perfecto, no te has divertido en 4 o 3 años.
-Eso es porque a veces trabajo tiempo extra, ya lo sabes.
-Eso no es excusa....Cuentame mas.-insistió.
-Bien, ya te dije... se llama Niall Horan, tiene 20 años, es un rubio teñido de ojos azules, muy apuesto la verdad, tengo entendido que es irlandes y creo que huerfáno, la verdad es que el resto no lo se, no hemos hablado mas acerca de el.-expliqué, cerré la descripción con un largo suspiro.
-Te gusta.-dijo mirándome como solo ella sabe.
-N..no...-bufé-Es solo un amigo.
-Tartamudeas y luego bufes, eso quiere decir que te gusta.-dijo satisfecha.
-Ya te dije que no.
-Niegas rotundamente, ¡TE GUSTA!-señaló.
-Solo me gusta, no pienso tener nada con el que no pase de una buena amistad.-dije ya sería.
-Deberías darte una oportunidad.
***
-¿A que te refieres?-pregunté frunciendo el ceño.
-Bien, me refiero a que las cosas han cambiado _______, ya nada es igual, los del impuesto me están forzando a bajar el sueldo, ya no alcanza el dinero para pagar el alquiler, me están asfixiando con el licor.-Dijo Paul totalmente serio.
-Eso quiere decir que...
-Si, _______ no podrás seguir trabajando aquí.-dijo interumpiendome en tan solo un hilo de voz.
Paul comenzó a caminar de un lado a otro saliendo de la habitación que era su oficina.
-Pero...¿Que voy a hacer con mi vida?, ¿Que se supone que voy a hacer?-pregunte persiguiéndolo.
-¡NO LO SE ______ Jhonson's NO LO SE!-gritó dejándome totalmente impactada.
Nunca lo había visto así de alterado, sus ojos comenzaron a inundarse, lanzó la puerta cerrándola de un golpetazo descargando su rabia sobre ella, se lanzó sobre mí.
-Sabes que te quiero como a una hija-dijo abrazandome.
