No había logrado pegar ojo en toda la noche. Desde que tiró la estúpida botella y se cortó la mano (De manera estúpida). Es que la mayoría del tiempo sentía que todo lo que hacia era estúpido porque... él lo era. Así se sentía.
No había forma de sacarse las consecuencias después de comportarse de una manera contraria a la que decía su racionalidad.Pero esto... Lo de aquella tarde. El maldito corte en su palma.
El puto descontrol que sentía al llegar a casa. Maldita sea. No podía evitarlo. Nisiquiera con la gente.Había golpeado a cientos de chicos de manera cruel. Pero jamás había tenido esa sensación en el pecho. Que lo seguía abrumando.
En la mañana, se habia sentado en la cama a mirar el desastre que había hecho. Cayó en cuenta, de un cuaderno, color azul, a unos pasos de su mochila.
Era algo que podía ayudarlo a concebir su plan. Porque sí, era algo que definitivamente iba a empezar hoy.
Lo metió dentro se su mochila y se vistió. Porque tenía que ir a la escuela, después de todo.
Había visto a su padre llegar borracho otra vez. En la mañana. Después de aquella noche, y de tantas otras. El patrón volvía a repetirse, día trás día.
Había gritado dando fuertes golpes a los muebles. A las paredes y a todo lo que encontraba. A su madre. La insultó. La golpeó.
Sin embargo, el moreno salió por la puerta sin hacer ruído. Lo antes posible, antes de que su padre pudiera fijarse en él.Y aunque parecía un imbécil por dejar a su madre sola con él, sin hacer nada por defenderla. En realidad, lo había intentado toda su vida, siempre quiso golpear a su padre, para que tomara escarmiento y dejara de beber alcohol y golpear a su familia cada día. Pero era inútil, era su padre después de todo. Era mucho más fuerte. Y Zayn tenía una cicatriz por cada vez que había intentado defender a su madre. Entonces, ya no lo intentaba. Porque no servía de nada.
Porque tenía demasiadas cicatrices en su cuerpo y en su alma.
Estaba intentando recuperar al hombre detrás de esas copas de alcohol, aquel buen hombre que un día perdió su trabajo y se hundió en la sombras del alcohol. Si. Su padre tenía depresión.
Y Zayn también la tenía. Esa extraña depresión en la que tenías que destruir a alguien más para sentir tu dolor un poco mas leve.
Muchas veces tuvó ganas de matarlo, de sacarlo de una puta vez de su vida. Pero lo quería. Era su padre, el hombre que le dió la vida. Que lo enseñó a caminar, él que lo llevaba a la escuela. Solamente estaba perdido en un mal camino, y tenía la esperanza de que algún día volvería a ser aquel padre que él tanto amó.Mientras tanto solo podía esconderse de él. Rogar porque dejara de golpear a su madre cada noche. Por poder dormir. Por poder comer aunque sea una vez al día. Porque su madre luchara contra sus problemas y no intentara terminar con su vida. Porque Zayn sí la entendía. La entendía a más que nadie en esa estúpida vida.
El estaba cansado de escuchar golpes y gritos. Y ella, ¿No iba a estar cansada de recibirlos?Solamente esperaba el día en que pudiera terminar de estudiar y dar a su madre la vida que merecía. Enviar a su padre a algún centro de rehabilitación. Volver a ser la familia que habían sido alguna vez.
Y siempre se preguntó cómo es que había pasado de tenerlo todo. De nacer como un niño totalmente querido, rebozado de amor y felicidad, con sus abuelos, con una casa cómoda. A tener nada. A ser como ahora. Y tener una vida de mierda.
Sentía que todo dependía de él, solo de él. Pero él, ya estaba cansado de todo.Tomó su celular, el cual sonaba con una canción de guitarra eléctrica, que indicaba una llamada entrante. En la pantalla el nombre de: "HS" Lo que significaba que era Harry quien lo llamaba. Descolgó, colocando el celular en su oído.
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Bad Boy [Ziall]
FanfictionÉl, el Bad Boy del salón, un chico duro, pero con sentimientos. Nunca pensó que no sufría solo, si no que, alguien más lo hacía. Junto con él. Un chico de ojos azules siendo testigo de cada uno de los días de depresión. Una historia nunca contada...