Capítulo 1

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La casa no es tétrica y vieja como pensaba que sería, es todo lo contrario, es agradable y moderna; los estereotipos siempre abundan en mi mente y aun más cuando se trata de una casa con literalmente un bosque como patio trasero.

"¿Y bien?". Julie pregunta.

"No sé". Encojo los hombros.

"Con esa actitud no ganaras nada". Señala y Sonríe.

"Como si importara".

"Si importa". Claro.

"¿Oh enserio?, ¿entonces que diablos hacemos aquí?, ¿eh?". Ahora estoy gritando, grandioso.

"Sabes que...". Ya va a empezar a gritar, no es algo de lo que me sorprenda. "Tu...". Suspira. "¿Podrías...por favor, podrías ayudar".Suplica.

La miro, se que no debería ayudarle, se que debo ignorarla e irme, pero no puedo, se que no es justo, que merece mas que solo insultos y reproches míos, pero me resisto y la ayudo.

Sostengo una gran caja color beige con una etiqueta con el 'fotos' escrito en un costado. Que mujer tan masoquista es Julie, se que en un par de semanas estará bebiendo de ese vino barato con empaque amarillo que siempre compra, y claro, junto a la caja beige viendo todas las fotos y llorando como la ridícula que es.

Llevo todas las demás cajas hacia la casa esperando recibir ayuda de Julie pero como siempre, esta muy ocupada hablando con Joseph; realmente me siento mal por el, no sabe lo que le espera, así es Julie, encuentra a uno, lo complace, lo mantiene, creo que es así unas tal vez dos o tres semanas, si todo va bien, y de repente el se aburre, se queja y se queja, que si la comida no sabe bien, que si ella lo asfixia, que si el sexo ya no es igual y la deja; la casa se llena de colillas de cigarros, de botellas y claro sin falta, las cajas amarillas de ese vino barato; después ella lo supera dice que va a estar todo bien y nos mudamos.

La casa es realmente hermosa, los pisos son de madera clara, paredes blancas y tantas ventanas que hacen que la casa se inunde en luz , aunque por mala suerte eso hace que tenga mucha vista al interior. Julie esta encantada con la nueva casa que Joseph compró. Que mala suerte, solo tendré tres semanas con esta increíble casa.

"¡Joseph!". Tal vez dos.

"Joseph, ¿porque todo el maldito tiempo me ignoras cuando te hablo?". La ignora, como todos.

"¡Joseph!". No duraremos en esta casa.

Camino hacia la única recamara de la planta baja, entro y examino la habitación, es realmente enorme, no como todas las demás habitaciones, pero para mi ya es bastante espacio; es color púrpura, uno muy oscuro, el papel tapiz esta algo rasgado y hay unas cuantas tablas flojas en el suelo, me gusta.

"¿Ya escogiste?". La voz de Joseph suena detrás mío.

"Si". Le contesto seca pero encantada con la habitación, es el único lugar de la casa que hasta ahora no me ha hecho sentir falsa, me siento realmente cómoda estando en esta habitación.

"¿Aquí?". Lo dice en tono de burla.

"¿Algún problema?". Lo miro enojada ya que estoy muy cómoda con mi decisión."Por lo que tengo entendido, ¡yo! dormiré aquí, tu no, así que...".

"Descuida...". Levanta las manos. "Yo solo decía, quiero decir este cuarto es pequeño y muy descuidado, arriba hay tres enormes habitaciones, bueno dos, tu madre ya se instaló".

"No". Respiro. "No gracias, aquí es perfecto".

"Bien". Se endereza. "Si es lo que quieres...".Se va.

Desempaco y ordeno mi nueva habitación, por el momento no hay cortinas pero no es de mucha importancia, ya que estamos casi en medio de la nada y ademas con bosque de patio trasero dudo que la gente aquí abunde.

Creo que ya son casi las ocho y necesito hablar con el gerente de la compañía St.Claire sobre unas cuantas cajas que nunca llegaron porque se que Julie no lo hará. Reviso mi reloj, ¡nueve y media!, le tendré que pedir a Julie el numero; subo las escaleras en caracol de madera, busco en las habitaciones pero todas están vacías, me dirijo a la ultima en la esquina.

"Julie necesito...". Tan pronto como abro la puerta la cierro. No esperaba verlos así, como me repugna Julie, debería al menos cerrar la puerta con llave y lo mas seguro es que se enteraron de mi presencia y en esos tal vez tres segundos me ignoraron.

Bien. Si no le importa mi presencia, me largo. Entro a mi habitación, abro el ventanal que da hacia el imponente bosque y salgo por ella, es lo mejor, así podrá hacer lo que quiera cuando quiera; cierro la ventana con cuidado, si salía por la puerta se darían cuenta, bueno quizás no.

Avanzó hacia la carretera pero antes noto un pequeño camino entre los arbustos. Odio ser muy curiosa, debería irme ya; pero, tal vez... Podría hecharle un vistazo rápido antes de irme, se que esta un poco oscuro, pero no completamente.

El sendero esta muy bien marcado, ahora se ve un poco oscuro pero se que con luz se ha de ver hermoso. Esta todo calmado y silencioso, a excepción de algunos insectos y el viento. Escucho como una rama cruje, asustada doy un mal paso hacia atrás y mi tobillo se dobla, pierdo el equilibrio y el peso de mi cuerpo me gana, intento agarrar algo pero es tarde, caigo de lado sobre un arbusto esperando que este me frenara, pero una vez mas estoy equivocada, me sigo y ruedo sobre una pequeña colina con hojas secas, al caer me quedo en el suelo unos minutos esperando recobrar la energía y el equilibrio.

La colina es de tal vez unos 3 metros muy inclinada, haciendo que mi caída no fuera tan grave; al levantarme noto que en esta parte del bosque todo es diferente, el ambiente aquí es pesado, los arboles son tristes y aterradores, solo de verlos te das cuenta de la falta de vida en ellos; todo esta callado, ni los sonidos de los insectos o la brisa siquiera.

Aun con el dolor en mi cuerpo me levanto, recargo mi brazo en un árbol para poder estabilizarme y rodeo el lugar con la mirada.

No me gusta. Este lugar no me gusta; no es la oscuridad, no le tengo miedo a ella, pero este lugar, hay algo en el que no me agrada.
Se escuchan ruidos extraños, el miedo y el pánico me inundan, no debí haberme ido, debí regresar, ¿en que estaba pensado?, irme sin ropa, sin comida, ¿y solo por que los vi...?, soy tan ingenua.

Trato de regresar pero la colina esta muy resbalosa, comienzo a desesperarme. Al fondo veo una luz que se enciende, muy lejos, es casi como si fuera un punto.

"Mierda". Trato una vez más, pero me sostengo de una rama y logro subir, rápidamente me dirijo hacia mi habitación, le pongo seguro a la ventana y me acuesto sin dejar de pensar, ¿quien podrá vivir en un lugar tan oscuro y aterrador?.

LETTERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora