Capítulo 3

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No podemos vivir en un lugar así, bueno, la casa se remodeló , ya no podrían haber rastros de algo, es como si fuera una casa distinta, excepto...mi habitación.

Manejo de regreso a la casa tras haber comprado lo que se me encargo. Al llegar observo con mayor detalle la reja, 'Styles'; leo una y otra vez tratando de imaginar como alguien podría ser capaz de asesinar a sus propios padres; cada vez que la leo de nuevo me dan escalofríos.

"¡Julie!". Grito, parece que esta ocupada, dejo las bolsas en la cocina.

Llegando a mi habitación la pared incendiada se cruza por mi mente, no había nada al respecto en ningún artículo, es extraño. Tiro mis tenis al suelo y me meto en la cama, pienso e imagino, no me gusta imaginar como sucedió, pero lo hago.

"¡Helena!". Julie grita despertándome de mi pequeña siesta.

"¡¿Qué?!". Le grito esperando que me haya escuchado, pues no me pienso parar, estoy muy cómoda como para hacerlo.

"¡Ven!". No.

"¡No!". Le respondo.

"¡Helena!". Maldita. Me paro de mi cómoda y ya caliente cama, solo para ver que diablos quiere Julie. Camino hacia la puerta pero me tropiezo con uno de mis tenis.

"Mierda". Mi tobillo se doblo; al parecer mi caída hizo que una de las tablas que ya había notado floja, se levantara, la ignoro, me levanto y corro a la cocina con dolor.

"¿Qué?". Miro a Julie.

"Mande". Me corrige.

"¿Qué?". La reto, ella suspira.

"¿Donde esta el jabón liquido? ". ¿Qué?.

"Helena, el jabón liquido". Se que debería decirle la verdad, que no lo encontré, pero prefiero hacerla enojar.

"No sé". Me río por dentro.

"¿Cómo que no sabes?". Se esta enojando

"No. Lo. Se. ". Exagero cada palabra. " Quizá lo olvidé y ya". Me encojo en hombros.

"¿Lo olvidaste?, ¿solo lo olvidaste?, es ridículo". Cruza los brazos.

"Como sea". Giro los ojos y camino de regreso a mi cuarto.

"¡No!, Helena, ven acá". La ignoro. "¡Helena!, pues ¿sabes que?, t-tú estas... Castigada, ¡sí!, eso, ¡castigada!". Me volteo hacia ella y me rio.

"Si claro, como digas Julie". Le doy la espalda y camino a el cuarto.

"¡No usaras el auto!".

"Claro Julie". Muevo la mano en el aire mientras me dirijo a la puerta.

"¡Nunca!, escuchaste, ¡nunca!".

Ya dentro de la habitación, me agacho para recoger mis tenis y acomodarlos juntos, para que no vuelvan a causar algún daño; también trato de colocar nuevamente la tabla en su lugar, pero no lo logro, trato de empujar con fuerza pero tampoco, en vez de seguir empujando, la jalo para ver si puedo colocarla toda otra vez. Al quitar la tabla noto un gran espacio en el suelo y en este hay un objeto color café claro, realmente no sé si debería, pero meto la mano y saco lo que parecen ser, ¿cartas?.

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