Crossed 》5SOS

22.

-Punto de vista de Anne-

Eran las cinco de la mañana y seguíamos esperando en la comisaría. Tenía sueño, hambre y frío. Nunca, en toda mi vida, me había sentido tan miserable. No quería que mis padres se enteraran. No quería que nadie se enterara de cómo había acabado esa noche.

-Todo esto es culpa mía.

Me dijo Harry. Estaba sentado a mi lado, nervioso. Las heridas de la cara se le estaban poniendo peor y tenía la sudadera manchada de sangre, pero la policía no nos dejaba movernos de allí. Podía ver la ciudad, oscura y desierta, a través de las ventanas. Miré y Harry y sentí un escalofrío. Quería irme de allí. Él, sin decir nada, se quitó la sudadera y me la puso por encima de los hombros, tapándome los centímetros de piel que mi vestido dejaba a la vista. Olía a él.

-Gracias.

Susurré, sonriéndole. Él me devolvió la sonrisa y se cruzó de brazos, cada vez más inquieto.

-¿Cuánto tiempo nos van a tener aquí esperando? ¡No somos delincuentes!

Gritó Ashton, que estaba apoyado contra la pared. No éramos delincuentes, pero nos habían tratado como tal. Y no entendíamos nada.

-¡Baja la voz!

Le dijo Michael, que estaba sentado en el suelo con la cabeza de Maya apoyada en sus piernas. Se había quedado dormida. La envidié. Yo también necesitaba dormir, urgentemente, pero me era imposible. Por un lado me lo impedían los nervios…por otro, la cercanía de Harry. A pesar de lo horrible de la situación, no podía evitar alegrarme porque cada vez le sentía más cercano. Era como si aquella experiencia nos estuviera acercando el uno al otro, nos estuviera haciendo ganar confianza. Quizá no había pasado nada entre nosotros, aún, pero tenía su sudadera sobre mis hombros…y era maravilloso.

-En cuanto nos dejen salir de aquí, deberías ir a que te curaran esas heridas.

Miré a Harry con preocupación pero él le quitó importancia al asunto con una sonrisa.

-De peores cosas he salido.

El verde de sus ojos me hacía temblar de una forma extraña. Quizá eso que sentía eran las famosas mariposas. Allí, de madrugada en una comisaría de mala muerte sin nadie que nos viera, sentí a Harry más cerca que nunca. Allí no sentí la diferencia de edad, no sentí la diferencia de estatus del instituto. Allí, con Harry clavando sus ojos en los míos…sentí por primera vez que tenía una oportunidad real de tener algo con él.

-La de problemas que te habría ahorrado suspender ese examen de inglés, ¿eh?

La sonrisa de Harry me hizo sonreír automáticamente. Me acurruqué más dentro de su sudadera…y entonces intervino Noelle. Estaba sentada en el suelo, junto a Luke, con una cara que iba entre el sueño y el enfado. Me había olvidado de su presencia allí. 

-¿Anne suspendiendo inglés? Antes cierran el instituto. Es la única asignatura que se le da realmente bien.

La miré con los ojos muy abiertos, intentando decirle que se callara, que no siguiera…pero era demasiado tarde. Harry la miró con curiosidad.

-¿A Anne se le da bien el inglés?

Noelle le miró como si la respuesta fuera obvia y yo quise que me tragara la tierra, que nos metieran ya en la cárcel o que hicieran lo que tuvieran que hacer…pero que Harry no descubriera que le había estado engañando.

-Claro que se le da bien. Fue ella la que nos ayudó a todas a aprobar el año pasado.

Harry me miró…y ya no sonreía. Yo estaba roja como un tomate, sintiendo que con cada palabra me hacía más y más pequeña. No sabía cómo reaccionar. No sabía qué decir.