XXV

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Subo a Sam a la Harley y ella me regala una hermosa sonrisa, se sujeta con firmeza del asiento y yo le sujeto el nuevo casco que compré

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Subo a Sam a la Harley y ella me regala una hermosa sonrisa, se sujeta con firmeza del asiento y yo le sujeto el nuevo casco que compré. Un día antes le compré un casco a la pelirroja, en la tienda no dejaba de comerme la cabeza pensando en que color hasta que me hizo gracia y le compre uno de color rojo, muy parecido a su cabello. Hoy en la mañana también le aprecio divertido.

- ¿En serio? – dice burlona y yo también me uno a ella en las risas

- Me pareció divertido ¿vale?

- Claro, tú uno negro porque tu cabello es negro y a mí, bastardo de pacotilla, uno rojo como mi cabello – dice con un enojo falso y yo me vuelvo a partir de risa

- Ve el lado bueno, es de un bonito color

La verdad es que me fue algo muy costoso, resulta que es un color muy inusual y en los cascos no salen mucho como el negro o el rojo vivo. La sujeto de la cadera y la levanto de su silla de ruedas para cargarla. Le beso en la comisura de sus labios y disfruto placenteramente del roce de sus deliciosos labios antes de terminar el beso.

- Eso no compensa de que seas un capullo

Y ríe.

Sonrío para mis adentros y Sam no demora en preguntarme en que estoy pensando. Sería divertido decirle que estaba recordando como chillaba como una ratoncita cuando le mostré el casco y la absurda idea que paso por mi cabeza cuando lo compré.

- Pues nada – me encoge de hombros

Hoy ha salido mejor de lo que esperaba.

Acaricio la mejilla de mi chica pero sus ojos están cerrados disfrutando de mis caricias.

He pensado pedirle que sea mi novia. No puedo reclamarla mía cuando aún no es. Y mientras nada nos una, mientras que no tengamos ningún vínculo ella puede salir con quisiera.

La atraigo más para mí y beso suavemente las comisuras de sus carnosos labios. Ella me sigue el beso suavemente.

Pero todo se va al trasto, se arruina el momento cuando la voz que creí nunca oír de nuevo se hace presente en el espacio. Su voz me impacta y creo no poder procesar el momento.

- ¿Sawyer?

Sam se da cuenta y mira a la persona que esta parada detrás de mí. No tengo los cojones para voltear y encararlo. Me trago el llanto y me acerco a Sam quien sigue firme sobre el asiento.

- Daré la vuelta y quiero que te aferres a mi espalda ¿vale? – le susurro y ella asiente desentendida

Y doy la vuelta con toda la paciencia del mundo y toda esta se jode cuando sus ojos azules se encuentran con los míos. Me rasco la nuca y mantengo la mirada en alto.

No dejaré caerme, no nuevamente.

- Hola padre – digo con un hilo de voz

Se encamina a mí cortando el pequeño espacio que nos separaba. Su cabello sigue rubio pero con presencia de canas y ahora su barba insipiente se ha vuelto una barba completa. Sigue siendo más alto que yo y lo noto cuando llega al lado mío.

- Sawyer... - se rasca la nuca y luego la barba - ¿Viniste a ver a Lily?

- Si – respondo firme y siento como los brazos de Sam me rodean los hombros y luego recuesta su cabeza en mi hombro – lo siento por no venir antes – digo sabiendo que tengo a la chica que amo al lado

- ¿Podemos hablar hijo? – asiento – en casa

¿Casa? No he vuelto a volver a ese lugar desde que fui desterrado. Asiento y mi padre me señala su camioneta pero niego.

- Iré en mi Harley – señalo el vehículo detrás de mí

- Claro – dice en susurro y se da vuelta

- Sawyer ¿Tu padre...?- y me abraza antes de terminar la pregunta

- No pasará nada Sam, solo hablaremos, creo que le debo una conversación

Ella asiente y me subo a la Harley poniéndome el casco acompañado de una risita.

- Te ves extremadamente sexi con tu casco negro – comenta la pelirroja y se aferra a mi abdomen

Su puto tacto hace que sensaciones que jamás logre sentir afloren en mi interior. No lo voy a negar.

Amo a esta mujer. La amo, joder la amo y con todo el ser. Quiero hacerla mía, quiero que entregarle todo y no importa si juega conmigo, la amo joder, la amo con locura y pasión.

Pero...

Somos diferentes, en todos los sentidos, no en lo físico nomas, ella ya tiene una vida y yo, por desgracia, ya tengo la mía. Quiero cumplir mis sueños, las promesas que le prometí a Lily, quiero disfrutar de la vida.

Pero.... ¿Sería lo mismo sin Sam? Ha sido más que una compañera de vida, se ha convertido en la mujer que creeré amar hasta que me muera. Ya he perdido varias personas en mi vida por culpa de mis idiotas decisiones. Cuando creí ver a mamá quería ir y gritarle por lo idiota que fue al habernos dejado, pero resultó no ser ella. Aunque su imagen junto con la de Lily siempre aparezcan en mis sueños o puedo evitar pensar que tal vez fui yo el culpable de todo.

Y no dudo que los sueños que he comenzado a tener tengan alguna relación que algún día abandonaré a Sam para vivir... pero vida no sería lo mismo sin ella. Ya he muerto en vida. Para que vivirla.

Nos entramos entre la pradera, el camino es tan rural y conocido; me hace sentir una nostalgia terrible. Me desvió de la carretera y me adentro al pequeño camino que conduce al simple vecindario en donde crecí. Finalmente me estaciono frente a la casa que jamás pensé volver a pisar. Observo el pequeño lugar antes de quitarme el casco.

Todo sigue igual de rustico y simple. Casas al estilo victoriano con un aspecto a una finca, techos enormes y matorrales fantásticos en dónde solía correr cuando era un niño. Giro la cabeza y a lo lejos visualizo la casa del vecino Wilder. Su hija fue una de mis mejores amigas cuando tenía apenas solo seis años. Dios recuerdos inundan mi mente de forma tan panorámica.

Me bajo De la Harley y ayuda a Sam bajar cuando ya se quita el casco y su hipnótico cabello reluce por lo pálida que se encuentra. La llevo estilo princesa y mi papá nos mira muy atento desde la entrado, hago omiso su forma de mirar y me adentro a mi casa. El tapete de bienvenida sigue en el mismo lugar y todo parece estar como la vez que salí de esa puerta hecho una furia.

Recuesto a mi pelirroja en el sillón pero cuando pensaba sentarme con ella para escuchar lo que tiene que decir mi padre; se hace presente otra persona. Menuda de cabellos rubios en bucles y un vestido que le llega a los talones. Sus ojos son color miel y sus facciones son tan conocidas.

¡Mierda!

- Sawyer quiero hablar contigo afuera – señala con la cabeza al patio trasero y yo asiento no sin antes besar la frente de Sam

INMÓVIL: dejarías tu vida por mi [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora