Capítulo 33: Los Triángulos Amorosos Son Una Mierda

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Ahora que Albus se había recuperado, era hora de volver a Hogwarts. Harry lo había arreglado con el Hogwarts Express para que recogiera a los chicos y se los llevara a la escuela. Era trece de febrero, y Scorpius estaba preparando algo muy emocionante para él y para Albus. Todo el mundo se estaba preparando para volver a Hogwarts, pero Scorpius solo podía pensar en su sorpresa para Albus. Todo el mundo lo sabía, hasta Charles, sorprendentemente. Scorpius agarró su varita y su bolsa de mano y bajó corriendo las escaleras. Casi todos estaban allí, preparados para irse. Teddy no iba a volver con ellos, porque quería pasar tiempo con Victoire, y porque quería tomarse un descanso de su trabajo como voluntario en Hogwarts. Albus bajó las escaleras, cuando todo el mundo ya estaba reunido. Albus vio a Scorpius, y saltó hacia él felizmente. Albus le agarró la mano a Scorpius, y le besó firmemente.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Scorpius dulcemente. Albus sonrió y le volvió a besar.

-Sólo el qué- respondió él simplemente. Rose y Augusta les alcanzaron, siendo ellas a las que estaban esperando.

-Sentimos haber tardado tanto- murmuró Rose. Su rostro estaba rojo, y Augusta sonreía.

-Me pregunto porqué- se burló Scorpius. Rose le pegó juguetonamente y se rió.

-Eres horrible- exclamó Rose.

-Vale chicos, es hora de irnos- anunció Harry. Todos salieron afuera, para subirse en el SUV de Ron. Albus y Scorpius salieron corriendo para poder subirse en la parte trasera, para poder estar solos. Pero no había mucho sitio en el coche. Rose y Augusta estaban encajadas entre James y Lily, haciendo que el viaje fuera molesto e incomodo. Nadie habló mucho durante el trayecto. Cuando al final llegaron a la abarrotada estación, Harry condujo al grupo hacia el andén 9 ¾. Era tal y como lo recordaban, pero más vacío. El tren llegaría en cualquier momento para llevarlos a un lugar con malos recuerdos para algunos, y buenos para otros. Albus no quería volver. Para él, sería ver a Charles todas las noches en el cuarto, y todo el día en clase. No podía estar con él, sobre todo, después de darse cuenta de que era un buen chico. No podía dejar que Scorpius volviera con él. Después, un fuerte ruido se aproximó a ellos. Estaba ahí. El Hogwarts Express. Albus corrió hacia las puertas, apresurada y repentinamente. Entró en el mismo vagón de siempre, y se sentó esperando a Scorpius. Unos segundos más tarde, el chico alto y rubio entró en el mismo vagón.

-Hola cariño- dijo Albus una vez que Scorpius se sentó confortablemente.

-Hola- contestó él. Se inclinó y besó a su novio firmemente en la frente. Dos minutos más tarde, Charles apareció en la puerta.

-¿Puedo entrar?- pregunto él esperanzador. Albus rodó los ojos y miró a Scorpius.

-Esta bien- gruñó Albus-. Pero te vas a sentar al lado mio- Charles se sentó cuidadosamente cerca de Albus.

-Así que, ¿estáis emocionados por ir a...- empezó a decir Charles antes de que Albus le cortara.

-No- él chasqueó. Charles se alejó un poco de Albus. Asustado de estar a su lado.

-¿Preferirías que me fuera?- preguntó Charles.

-Sí- insistió groseramente. Charles suspiró y se dirigió corriendo hacia el pasillo.

-Él no es mala persona- dijo Scorpius con los dientes apretados. Albus rodó los ojos y se mordió el labio.

-Será mejor que nunca me dejes- gruñó Albus. Scorpius no pudo evitar sonreír.

-Eres adorable cuando te pones furioso- dijo Scorpius. Albus trató de mantener su cara seria, pero no pudo evitar poner una sonrisa tonta.

-Te quiero mucho- dijo Albus, ahora un poco más serio. Albus alcanzó la mano de Scorpius por encima de la mesa, y en poco tiempo sus dedos estuvieron entrelazados.

-Yo también te quiero- contestó Scorpius.

En poco tiempo estuvieron de vuelta en Hogwarts. Eran las cuatro de la tarde y no había prácticamente ningún solo estudiante en el patio. Una pareja estaba sentada leyendo algunos libros y terminando un ensayo, pero aparte de ellos, estaba completamente vacío. Lily apareció en la puerta del compartimento de Albus y Scorpius. Ella no pudo evitar sonreír ante la vista de Hogwarts. Era la única en toda la familia que realmente estaba contenta por ir.

-¡Estamos aquí, chicos!- exclamó ella. Sus ojos se iluminaron. Albus y Scorpius se levantaron y se arrastraron fuera de la pequeña área. Ellos se dirigieron a la puerta listos para aparecerse. Una vez que el tren se paró, se bajaron, y McGonagall apareció para acompañarles al colegio. Albus y Scorpius caminaron juntos mano con mano. Charles les miró, y les echó miradas irritantes cada vez que les veía, pero a ningunos les importó. Ellos estaban enamorados y eso era lo único que importaba. McGonagall les dejó a todos en sus respectivas salas comunes y se dirigió a su propio despacho. Scorpius y Albus decidieron quedare en la sala común de Gryffindor por un tiempo.

-¡Lily!- gritó Lysander mientras caminaba por la habitación.

-¿Lysander?- le llamó ella. Miró alrededor hasta ver a su novio, y corrió hacia él.

-¿Dónde has estado estos días?- le preguntó él.

-Tuve que volver a casa por unos problemas personales- explicó ella.

-Esta bien, siempre que tú estés aquí- respondió él.

-Vaya, chicos, vosotros literalmente tenéis trece años, tenéis que levarlo con calma- gritó James exasperado.

-Lo siento- murmuró Lily.

-Subamos las escaleras- susurró Lysander.

-Oh, ¡no creo que lo vayas a hacer!- gritó James. Él corrió hacia Lily alejándole de su novio.

Albus estaba feliz de tener a Charles lejos de Scorpius por una vez. Scorpius sin embargo estaba molesto y no sabía porqué. Albus decidió que se lo preguntaría el siguiente día, por una vez quería disfrutar de su día.

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2018 ⏰

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I will always come find you (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora