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[A partir de ahora, Narra Jimin.]

-5 De Febrero De 2005-

¡Pum! Recibí otro golpe en la cara, me levanté, cogí mi almohada y devolví el golpe.

Auch! ¡No tan fuerte, Jimin!- Gritó Tae.

-¡Tú también me diste fuerte, alien bruto!- Taehyung frunció su ceño y se cruzó de brazos.

Jimin, no llames así a Taetae!- Exclamó el enano de 8 años.

-Oh, gracias Kookie... ¿Ves? Deberías ser como tú hermano, él es un amor.- Me dijo Tae, abrazando a Jungkook.

-Yo también te quiero, Hyung.- Siguió el enano.

-Bueno ya, no se pongan cariñosos, parecen novios.- Los dos se sonrojaron, aproveché la situación para devolvérsela. A Tae por darme fuerte y a Jungkook por no defenderme como su hermano.

-¡Se sonrojaron! ¡Tae y Jungkook se gustan, Tae y Jungkook se gustan, Tae y- ¡Pam! Y otro golpe.

Cállate, o le digo a toda la clase que a ti te gusta Min Seung!- Mis mejillas se volvieron rosadas, no me gustaba, solo me parecía guapo... Y Tae bien que lo sabía.

-¡No te atrevas!- Tae me dio una risa maligna.

-Pues deja de decir bobadas, o lo lamentarás.- No soy buen perdedor, pero admito que esta vez había ganado él.

-Bien, juguemos a algo.- Los chicos asintieron. Pero unos pasos se oían cerca, mi madre abrió la puerta.

-Niños... Jungkook tiene que irse a la cama, despídete Kookie.- Jungkook hizo un puchero y recogió su peluche, se puso de pie y me dio un beso en la mejilla a mí y a Tae.

-Buenas noches, chicos.- Le respondí un "igualmente" seco, digamos que mi hermano a veces me caía pesado, siempre se metía en las fiestas de pijamas con Tae.
Tae, por el contrario le sonrió y le revolvió el pelo.

-Duerme bien, Kookie- Jungkook se sonrojó y se fue corriendo detrás de mi madre, luego de ella reír se lo llevó a su habitación.

-Bueno... ¿Y a qué querías jugar?- Asentí recordando mi propuesta y pensé en un juego.

-¡Ya sé, las escondidas!- Tae también quiso, así que así estuvimos hasta las 11 y media.
[...]

-Niños, es tarde... A la cama, mañana hay que levantarse temprano para llevar a Jungkook al parque.- Tae y yo nos pusimos rápido el pijama, mi madre mientras abría el cajón con colchón que tenía mi cama, digamos que tenía dos camas.

-Tae, tú dormirás en la de abajo.- Le dije sonriendo, a él no le importaba, solo quería dormir. Mi mamá nos acostó y le dio un beso en la mejilla a cada uno... Tae era como un hijo más para ella, se pasaba la vida en mi casa.

-Buenas noches mis niños.- Apagó la luz del techo y encendió la de la mesita de noche, como ya era costumbre.

-Buenas noches, mamá.- Dije yo.
-Buenas noches, señora Park.- Respondió Tae.

Mi madre salió de la habitación, cerrando la puerta.
Tae y yo estuvimos hablando cosa de 15 minutos, luego él se durmió. Me quedé mirando el techo, esperando lo de todas las noches. Miré el reloj de nuevo, eran las 11:59 a.m. Me tapé la cara con la manta, la hora estaba cerca.

00:00 p.m.

-Jimin, vuelve...- Cerré mis ojos con fuerza, mis manos comenzaban a sudar y ya me faltaba el aire dentro de las sábanas, pero por nada del mundo me destaparía ahora, menos miraría al espejo... Ese espejo en el que se encontraba él.

-Jimin, vuelve... Por favor...- El llanto de ese chico se hizo audible, me empecé a asustar más... Estaba tardando... A veces un minuto parecía más de una hora. Ya necesitaba aire así que me quité las sábanas de encima y ahí lo vi, búscandome con la mirada, nunca me había atrevido a contestarle... Tampoco me fijaba mucho en él, siempre me tapaba así que no le veía bien... Solo lo vi unos segundos, era hermoso... Pero igual me dio miedo, al fin y al cabo era un niño de 10 años.

Tae... Tae, despierta!- Agarré la mano de mi amigo para que despertará, no quería estar solo, sentía demasiado temor.

Jimin! ¡Jimin, ¿eres tú? ¿Dónde estás?- Dijo aquel chico casi gritando.
Me asuste más y comencé a mover más la mano de Tae.

00:01 a.m.

-Mhmm... Jimin... ¿Qué quieres?- Ni me había dado cuenta que del susto caí en la cama de Tae, y que tenía mi cara en su pecho.

-Mira... El espejo... Él está ahí...- Tae abrió un poco sus ojos y me dio golpitos en la espalda.

-Jimin, en el espejo no hay nadie... Tranquilo, duerme conmigo si quieres...- Tenía razón, miré al espejo y ya no había nadie, revisé la hora, efectivamente, había pasado el minuto. Abracé a Tae y el me pasó la mano por la espalda, poco a poco me tranquilicé y me conseguí dormir.

M I R R O R [YM]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora