N/A: lamento que el capitulo anterior haya sido muy corto! Ahora si, disfruten.

-- Tranquilo... -- susurré mientras le hacía mimos en su alborotado cabello.

Tenia tantas ganas de preguntarle qué  había sucedido  pero tenía que esperar, no quería que se enfadara. 

Me daba ganas de llorar junto a él al verlo así. Triste. Con cara de decepción, como si hubiera hecho algo que jamás tendría que haberlo hecho.

Pasaron los minutos y el seguía con el mismo estado de ánimo, llorando. Yo seguía consolándolo, hasta que lentamente dejó de llorar y me abrazó aún más fuerte.

-- Gracias... -- gimoteó.

-- ¿Gracias por qué? -- me acomodé, sentadome para poder verlo.

Me acerqué a él y saqué con mí pulgar algunas lágrimas que vagaban en sus rojas mejillas.

-- No lo sé,  en realidad si quería que vengas, que me abraces y me consolaras -- anunció con la voz ronca-- gracias por apoyarme, pensé que no vendrías-- esbozó una pequeña sonrisa al igual que yo.

-- Ya sabes que puedes contar conmigo-- tomé sus manos.

-- Lo sé -- me acercó a él.

Por un momento pensé que íbamos a besarnos. Pero no. Nos abrazamos.

-- ¿Quieres contarme lo qué pasó? -- aludí.

-- Es que mis padres han estado peleando mucho y me preocupa demasiado, no quiero que pase nada malo entre ellos... ¿Entiendes lo que quiero decir? Osea... Que se divorcien... No quiero. No me quiero ir a vivir con uno de ellos y al otro no poder verlo casi nunca...-- bajó la mirada.

--Pero escúchame, Finn... que hayan estado pelado no significa que se vayan a divorciar directamente, tal vez, sólo fue una pelea de las que todos los papás siempre tienen... -- agregué tratando de buscar alguna solución a su tristeza -- Mis papás también han pelado, peleas muy fuertes y todavía siguen juntos y siguen amándose, o eso es lo que veo yo -- levanté los hombros.

-- ¡Es que mis papás pelean todos los días, no lo entiendes!-- replicó.

-- ¿Y en dónde están ahora?

-- No lo sé, hoy mi papá estaba a punto de irse a su trabajo cuando comencé a escuchar gritos, bajé corriendo y eran ellos otra vez, discutiendo por una tontería más. Y haci es cada día, desde que me voy a la escuela hasta que me acuesto a dormir.

-- O... -- me interrumpió.

-- Mi mamá a veces  piensa que esta saliendo con otra mujer -- continuó con tono preocupado.

-- ¿Y tú como sabes eso?

-- La he escuchado ayer por la noche hablando con una de sus amigas por teléfono.

-- No se que decirte, Finn...- baje la cabeza.

Eso era suficiente para mi, nunca una persona se desahogó así conmigo y siempre quise que alguna vez pase, pero ahora que estaba pasando no quería escuchar más. No era por ser mala ni nada de eso, solamente porqué no sabía que responder.

-- Está bien -- levantó mi cabeza -- por lo menos pude desahogarme.

Me avalancé sobre él lentamente y lo abracé. No quería soltarlo. Jamás.

-- Te quiero -- susurré.

-- Yo te quiero aún más-- me abrazó más fuerte.

-- Ya, ahora ve a lavarte esa cara que pareces el color rojo en persona.

-No Todo Dura Para Siempre- Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora