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Narra Hinata
Desperté, al parecer me habían dormido, yo no dejaba de gritar así que me pusieron una cinta en la boca, genial ahora no puedo hablar.... estoy sola.

Me llevaron a un cuarto donde había muchas luces, cámaras y un fondo blanco,

-Ponte esto niña, apurate- dijo un hombre desatándome.

Me mostró un traje de baño que dejaba casi todo de mi, no era un bikini cualquiera, era como uno de prostituta

En fin me lo puse, que otra opción tenía, me hicieron que me parara en frente de esas cámaras y posara para las fotos, rendía lo hice, al parecer iban a usar esas fotos para promocionarme en la subasta.

Ya no era humana, era un objeto...

No me dejaron que me cambiara, querían que estuviera así para ellos, me intente negar y me golpearon. Estaba tirada en el suelo y un tipo se subí sobre mis caderas. El me quería violar.

Luego llegó una mujer. Se me hacía conocida. Un momento, es tono tan espantoso de rubio, esos pechos caídos, y esos ojos violeta. No puede ser! ¿Shion?

-Aléjate de ella, si la quieres tienes que pagar por ella- dijo quitando al hombre de arriba de mi.

-¿Que haces aquí zorra asquerosa? - dije levantándome.

-Ten más cuidado con lo que dices Hinata, ya no mandas aquí, aquí mando yo, así que compórtate, eres mi nueva mascota, al menos los próximos días hasta la subasta- dijo autoritaria- ¡te haré pasar por todo lo que Naruto pasó!

-Cariño, ¿Para que quieres a Naruto? Te recuerdo que donde leona pisa, gata no quita huella, y yo no obedezco a gatas como tú- dije y seguidamente me golpeó y me hizo caer al suelo.

-¿Lo aprenderás por las buenas o por las malas Hinata? Tu dime - dijo y detrás de ella habían dos hombres muy grandes.

Uno de los hombres me levanto y me llevo a un cuarto con llave, ahí dormiría, era una especie de hotel, la subasta era en mañanas

Un día para que alguien me rescate...

O para que muera...

Narra Naruto,
Llegamos el día siguiente a Londres, yo ya quería buscar a Hinata, pero me dijeron que primero tenían que averiguar el paradero de los secuestradores.

Los segundo eran en minutos y los minutos horas, no podía esperar, necesito a Hinata, aún con su actitud de diva, con todo y su malhumor la necesito conmigo, quiero a la Hinata que expresa sus sentimientos y me regala un sonrisa sincera en sus ratos de buen humor, quiero a la Hinata que me causa dolores de cabeza, simplemente quiero a Hinata y la quiero ahora.

-Recibimos información acerca de los secuestradores- dijo un policía sacándole de mis pensamientos.

-¿Que encontraron? - dije alterado

-Posiblemente la vayan a subastar hoy por la tarde, oí que mañana habrá un "gran evento" en el centro de convenciones, pero cabe la posibilidad de que no sea una subasta y que Hinata no esté ahí. ¿Que dices?

Lo medite unos segundos, ¿que pasaba si no estaba ahí Hinata? ¿que pasaba si era otro evento y perdia a Hinata para siempre? Bueno, quien no arriesga no gana.

-Iremos a ese centro de convenciones- dije seguro y frunciendo el ceño.

Narra Hinata

-Te llevaré a tu perdición Hinata- fueron las últimas palabras que escuché salir de Shion antes de que me pusieran un trapo en la boca y me durmieran.

La denominada "DIVA" NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora