030 1/2

3.1K 125 10
                                    

Tú:

Escapé, de nuevo. Escapé de la casa de Jin, no podía seguir ahí. Tenía que irme a cualquier lugar, en donde nadie podría escucharme llorar.

No podía ver a los chicos reírse y jugar entre ellos sin poder llorar. No quería preocuparlos, no quería sentir lástima. No de nuevo, no como siempre.

Todo estaba yendo bien, todo iba perfecto. Mi vida estaba yendo de color rosa, pero como siempre, tiene que suceder algo que te borra la sonrisa de golpe.

Miré mi teléfono de nuevo, tenía 50% de batería. Observé las miles de llamadas perdidas que tenía de los chicos y Shelly, las notificaciones de mensajes seguían llegando.

¿Dónde estás? ¿Estás bien? Estamos preocupados. Contesta por favor, Jimin está desesperado.

Lloré de nuevo, con tanta fuerza que podría escucharse en todo el vecindario. Quería gritar, golpear algo, tirarme de un edificio incluso.

—¿Porqué tenemos que sufrir? Dios, si me estas escuchando, respóndeme por favor. No quiero sentir esto, ¿¡por qué eres así?! ¡¡Dime!! —gritaba a la nada, viendo como algunas personas volteaban a verme

Eran las 3 de la mañana, todo estaba solitario. Tenía miedo, pero por otra parte no me importaba.

Recibí una llamada, era él. Contesté con el corazón agitado, no paraba de llorar.

—Cuan indefensa te ves ahora, dime, ¿me extrañaste? —rió con fuerza

—Te odio, ¿por qué me haces esto? ¡Dime! ¿Que fue lo que hice?

—Estoy más cerca de lo que crees, y me las vas a pagar.

Colgó, dejándome más asustada que antes. Me dejé caer en medio de la calle, mirando a la nada. Mi pecho dolía y no había nada que pudiera calmarlo. Mordí mi labio inferior a tal punto que pude saborear mi sangre

El teléfono volvió a sonar y contesté sin mirar quién era.

—¡¿Qué quieres de mí?! ¡Bastante me hiciste sufrir en el pasado! Estoy bastante rota ya, no creo que puedas destruirme más. Fabián por favor, si lo que quieres es matarme, ya lo hiciste hace mucho tiempo. —susurré lo último ya cansada

—¿____? ¿D-de qué hablas?—mierda, era Jimin.— Por favor vuelve, no nos hagas esto.

—Jimin...yo...—no sabía que decir, me dolía escuchar su voz tan débil y rota. —Lo siento, lo siento mucho.

Escuché pisadas detrás de mí, tenía miedo de voltear pero lo hice. Ahí estaba él, sonriendo ampliamente. Tomó mi teléfono y lo puso en altavoz.

—Despídete de ella, pues no la volverás a ver jamás.

—¿Quién eres? ¿_-___, que está sucediendo? —preguntaba Jimin desde el teléfono

Fabián colgó y tiró el teléfono contra el piso, rompiéndolo en pedazos. Tragué saliva y comencé a correr sin perder tiempo. No conocía el lugar, pero tenía que salir de ahí.

—¡No importa cuánto huyas! ¡No podrás escapar de mí! —exclamó Fabián 

Corrí sin detenerme ni mirar atrás, todo rastro de personas había desaparecido. Giré a la derecha y unas manos jalaron mi cabello estampándome al suelo. Gemí del dolor y voltee a verlo, comenzó a darme patadas en el estómago sin cesar.

—¡Para! ¡Por favor para Fabián! —gritaba del dolor mientras tosía escupiendo sangre. —Detente...

Dejó de golpearme y me agarró del brazo, levantándome bruscamente.

—Vas a pagar por todo ___, de esta no te salvarás. Te haré sufrir y vas a rogar que me detenga, pero no lo haré. —me tomó del cuello empujándome hacia la pared. Me estaba asfixiando y lo que único que podía hacer era patalear, mis manos raspaban sus brazos pero parecía no importarle.

—En-entiéndelo, no.. no fue... m-mi culpa.. —logré decir y le di una patada en su entrepierna logrando que me soltara

Caí arrodillada y respiré desesperada. Tosí de nuevo y me levanté débilmente. Aproveché que se encontraba tirado en el suelo agonizando del dolor y me fui de ahí corriendo.

—¡Ayuda! ¡Ayúdenme por favor! —gritaba con todas mis fuerzas y miraba los carteles para poder ubicarme

A lo lejos vi una tienda abierta 24 horas y corrí hacia ella. Comencé a golpear la puerta desesperadamente, pues estaba cerrada y el señor que atendía estaba dormido.

—¡Ayuda! ¡Por favor despierte! —miré a mi alrededor y tomé una piedra, la lancé hacia el cristal rompiéndola.

La alarma comenzó a soñar y el señor se levantó de golpe.

—¡Ayúdeme! Alguien va a matarme, ¿tiene un teléfono? —hablé apresuradamente

Me extendió su teléfono y marqué el número de Yoongi, pues era el único que me sabía de memoria y me temblaban las manos para pensar en otro número.

—¡Yoongi! No se donde estoy, por favor ayúdenme. Fabián va a matarme.

—¡¿___?! Habla más despacio, no entendí casi nada. ¿Donde estás?

—No se donde estoy, solo se que hay una tienda de 24 horas. Está desierto...— antes de poder continuar escuché un disparo y volteé

—Dije que no ibas a salvarte de esta y así será. Ahora cuelga y ven conmigo, o mataré a ese señor

Podía escuchar el sonido de la sirena acercarse, y sonreí aliviada, pero no duró mucho. Fabián apuntó hacia el señor y antes de poder hacer algo, disparó.

—¡NO! ¿¡QUÉ HICISTE?! —grité corriendo al cuerpo del señor

—¿¡____ estas bien!? ¿¡Qué está ocurriendo?! —la desesperada voz de Yoongi se escuchaba por el teléfono que fue destruido en segundos por Fabián

—Tú vienes conmigo. —me agarró del brazo sacándome de ahí

Las patrullas de los carros llegaron, bloqueando nuestro paso.

—¡Suelte el arma y ponga sus manos en la cabeza!

—Aún no he terminado contigo, y nada va a interponerse. —me disparó a uno de los policías y sin perder tiempo comenzó a correr aún sosteniéndome

Llegamos a un callejón y me lanzó a un auto negro. Se subió de piloto y arrancó con velocidad. Al ver la pistola en sus manos me quedé helada y solo deseaba que todo esto terminara.

Jimin.... cerré los ojos con fuerza recordando nuestra cita en el parque de diversiones. Recordando las risas y los abrazos que me daba.

Todo eso ahora sería un hermoso recuerdo, pues estaba segura de que iba a morir hoy.

Y nadie podría salvarme esta vez, nadie.

Instagram {Jimin x you}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora