Atacó mis labios otra vez con frenesí jalando mi cabello con suavidad mientras mis manos se deleitaban acariciando su torso, la corriente eléctrica que recorría mi cuerpo era insoportablemente placentera. Sus húmedos besos bajaron por mi cuello y nuevamente lo sentí apegarse a mi entrepierna haciendo que por instinto mordiera su hombro con fuerza.
Estaba completamente jodida por ese hombre y sabía que estábamos por alcanzar un punto de no retorno.
(...)
A pesar de lo entregada que estaba en ese momento, mi cabeza empezó cuestionarse todo. Lo sentía tan cercano, tan mío, ¿pero eso qué significaba? ¿Qué podía llegar a significar que hiciéramos el amor? Nada. Él no estaba dispuesto a hacer algo por nosotros, él no estaba dispuesto a terminar su compromiso y yo no estaba dispuesta a que esa fuera nuestra despedida, no podía acostarme con él sabiendo que se iba a casar y lo nuestro iba a quedar como un simple recuerdo.
Sus manos bajaron por mi columna hasta llegar a mi espalda baja entre suaves caricias, para luego subir nuevamente hasta el broche de mi brassier. Yo tenía mis labios apoyados en la piel de su hombro, envuelta en mis pensamientos me había quedado mirando un punto fijo y no me había dado cuenta de que las lágrimas habían vuelto a brotar de mis ojos.
— No —murmuré cerrando los ojos cuando sentí el armazón de mi brassier aflojar y quise frenarlo—. Joe, basta —dije conteniendo mi llanto y posicioné mi mano izquierda sobre su pecho, pero a él no pareció importarle—. ¡Para! —sollocé haciendo fuerzas con mis dos brazos y al fin me hizo caso.
— Auds... —pronunció agitado y me miró confundido al mismo tiempo que llevaba sus manos a mis mejillas.
— No puedo —volví a sollozar observándolo—. No puedo pasar por esto sabiendo que mi corazón se va a hacer trizas después, que eventualmente vas a volver a sus brazos —dije apenas dentro de mi llanto tendido mientras Joe secaba mis lágrimas en vano.
— Perdóname —susurró besando la punta de mi nariz y luego mis labios con extrema suavidad, yo sentía que mis piezas se volvían a destrozar.
Joe bajó sus manos por mis brazos para luego abrazar mi cintura con fuerza, inmediatamente me aferré a él. Sentí que sus manos con delicadeza volvieron a abrochar mi brassier. Su olor y calidez me estaban reconfortando y destruyendo a la vez, quería salir corriendo y también quedarme por siempre ahí. Joe escondió su rostro en mi cabello mientras yo mantenía mi mejilla apoyada en su hombro, bañándolo en mis lágrimas.
— ¿Has comido bien? —preguntó luego de un momento, cuando mi llanto se hizo más débil, y acarició la piel de mi torso con detenimiento—. Audrey —se quejó ante mi nula respuesta—. ¿Cuántos kilos has bajado? —volvió a preguntar con preocupación y me separó de él.
— No lo sé, da igual —respondí llevando una mano mi rostro en intentos de cubrirme.
— No da igual —dijo tomando mi rostro y me observó con culpa—. Prométeme que te vas a cuidar —pidió apegando su frente a la mía y los ojos se me anegaron en lágrimas.
— Deja de hacer de todo una despedida —pronuncié golpeando su pecho y sentí mis lágrimas caer con pesadez.
— Me has dado a entender que no me quieres más en tu vida —se defendió con tristeza mientras secaba mis lágrimas. No podía soportarlo, así que saqué las fuerzas que no tenía para empujarlo y bajarme de la mesa.
— Por eso me estaba yendo hace un rato —dije tomando aire para dejar el lloriqueo y comencé a vestirme.
— No hagas esto peor —pidió cruzándose de brazos y me observó con tranquilidad.
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The Girl Next Door ➵ Joe Jonas (Short Story)
FanfictionElla era "the girl next door" para él. Él era una superestrella, pero cuando estaba con ella, nada de eso importaba. Su historia de encuentros y desencuentros terminó en una amistad y un poco más. Pero todo se hizo trizas por un simple y signi...