El tercer timbre se interrumpió, apreté los dientes.
— ¿Diga? —respondió una voz tan igual a la suya que me hizo querer colgar automáticamente, no respondí, me quedé con la boca entreabierta ligeramente.
Mierda, ¿es ella?
(...)
— ¿Hola? —volvió a hablar con más dureza sacándome de mis pensamientos, no era ella.
— Ho... Hola— tartamudeé estúpidamente.
— ¿Quién es? —preguntó con cierta inseguridad.
— Eh... Yo —comencé a decir, apreté los ojos y frustrado me pasé una mano por el cabello—. Soy Joe —dije por fin.
— ¿Joe? —preguntó como queriendo decidir si sabía de quien se trataba o no.
— Joe... Jonas —completé aclarando previamente mi garganta.
— Ah —se escuchó ligeramente dudosa—. Vale, hola —saludó recomponiéndose totalmente.
— Hola, Sabine —murmuré suspirando un poco de que no hubiera comenzado a gritarme automáticamente.
— ¿Cómo estás? —preguntó, estaba seguro de que por compromiso.
— Eeh... Bien —carraspeé un poco de nuevo—. ¿Tú cómo estás? —pregunté de vuelta.
— Atareada —respondió casi de mala gana, por la hora, era probable que estuviera con papeleo de la secundaria.
— Ah —fue todo lo que conseguí decir.
— ¿Buscas a Mike? —preguntó sin rodeos, acomodé el cuerpo un poco y pestañeé.
— No —respondí de golpe, su pregunta me tomó por sorpresa—. Yo... Yo busco a Audrey, en realidad —confesé, no contestó al instante.
— Audrey no está aquí —sentenció, un silencio sepulcral se instauró entre ambas líneas, yo asentí.
— No hay problema —intenté restarle importancia—. Sólo llamaba para saber cómo está —dije con la voz un tanto ahogada.
— Pues... para eso ella tiene teléfono propio desde los doce —refunfuñó.
— Sí, es que... Lo tiene apagado —murmuré, realmente no sabía si era cierto, pero estaba casi seguro de ello.
— Ah... Sí —confirmó Sabine—. Ella está bien —aseguró con dureza, yo apreté los labios.
— ¿Segura? —no pude evitar preguntarlo.
— Estoy segura de lo que digo, Joe, gracias —respondió a la defensiva, entonces entendí, tampoco hablaba con ella. ¿En quién o dónde se estaba refugiando mi pequeña Audrey? ¿Estaba sola? ¿Quién cuidaba de ella?
— Te creo, es sólo que yo... Yo... —intenté explicar que sólo quería saber que estaba bien sin delatar lo herido que me sentía ante su nula atención.
— Escucha, Joe —interrumpió luego de soltar un bufido—. Ella está bien, simplemente necesita... Espacio —suspiró, pude notar su inconformidad—. Ya la conoces —asentí más para mí, Sabine se negaba a decirme qué pasaba o qué estaba haciendo realmente su hermana—. Está trabajando en una nueva colección para la joyería, simplemente está concentrada en lo que hace —la excusó, miré hacia otro lado—. Seguro te llamará cuando tenga tiempo, Audrey es una mujer inteligente que no se distrae con tonterías —se le escapó decir, eso era yo, una tontería; me rasqué la sien e hice una mueca, no volvió a hablar.
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The Girl Next Door ➵ Joe Jonas (Short Story)
Fiksi PenggemarElla era "the girl next door" para él. Él era una superestrella, pero cuando estaba con ella, nada de eso importaba. Su historia de encuentros y desencuentros terminó en una amistad y un poco más. Pero todo se hizo trizas por un simple y signi...