Capítulo 2

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Habían pasado cinco minutos desde que Jungkook se unió a la pequeña reunión que había en el lavabo de la planta superior, pero para los tres chicos parecía haber pasado una hora. La desesperación crecía conforme los gritos disminuían. El chico de pelo azabache aseguró que había una matanza en el piso de abajo y por la sangre de su camiseta, no estaba mintiendo. Nadie se atrevía a hablar sin tener una solución óptima para escapar de allí y el silencio era horroroso, casi espeso.

-Joder, joder, joder, Tae, me estoy desesperando, dime que tienes algo de ropa por aquí o algo, estoy empapado en sangre, no soporto verla en mi jersey y no me deja pensar con claridad - Jungkook parecía realmente al borde de un ataque de pánico

-S-sí, traje algo de ropa por si acaso, está en el segundo cajón.

-¿Por qué has traído ropa a una fiesta? - Jimin, todavía en shock, alucinaba a cada cosa que pasaba, todo parecía surrealista.

-Asumí que alguien acabaría vomitado o empapado de alcohol, si era alguno de nosotros tres, prefería tener una alternativa, porque el vómito es realmente asqueroso ¿sabes? - El castaño seguía arrastrando sus palabras y con la cabeza a punto de estallar, pero estaba mejor que hacía unos minutos.

Jungkook sacó las prendas de ropa del cajón y se vistió rápido, lo último que quería era desperdiciar tiempo y seguir viendo toda esa sangre encima de él.

-Quizá, no sé, así como locura y tal, podemos llamar a la policía o algo... -Jimin lo dijo con cuidado, a sabiendas de que llamar a las autoridades implicaba hacerse responsable de todo aquel embrollo, pero mejor eso que terminar devorados por chicos rebeldes que querían probar cosas nuevas.

-Tae, es verdad, o sea, sé que es una putada, pero es que de todos modos tendremos que llamar por la mañana, hay gente herida, no podemos desaparecer. Además, creo que he... matado al chico con el paraguas o, al menos, herido de bastante gravedad, su cabeza estaba aboyada...ahh, no sé, de todos modos, tu nombre está en el contrato de alquiler... de esta no nos libramos, así que al menos, estemos a salvo.

Taehyung solo asintió. Lo que los tres chicos desconocían era que su peor problema no eran las consecuencias legales de aquella fiesta, ni si quiera lo que implicaba en su futuro, pues el mundo había enloquecido y ya no existía ese futuro que tan claro podían ver. Y no, no era por las drogas.

Jungkook, que era el único que llevaba el móvil encima, llamó a todos los números de emergencia que conocía. Llamó, volvió a llamar, otra vez y otra... Llamó a sus padres, a la madre de Jimin y a los padres de Tae, pero solo había silencio.

-Mierda, no puede ser, no me responde nadie, ni si quiera da señal, ¿es que se ha puesto de acuerdo todo el mundo para putearnos hoy o cómo va el tema? - El de pelo azabache lanzó el móvil con fuerza contra la toalla para que no hiciera ruido, mas él quería hacer ruido y gritar y maldecir todo lo que pudiera maldecir y soltar todas las palabrotas que conocía e incluso inventarse unas nuevas para completar la situación.

Una preocupación más grande se instaló en el pensamiento de Jimin. "Las noticias" pensó. Dos semanas atrás, las noticias empezaron a hablar de una especie de enfermedad que estaba afectando a la gente, las personas enloquecían y atacaban a los demás, se los intentaban... comer. Jimin no prestó demasiada atención, así que no podía recordar los detalles, pero si recuerda haber leído la palabra "ZOMBIE" por mil páginas web de teorías conspiratorias además de por todas las redes sociales. Lo cierto es que tras el primero aviso en el telenoticias, la gente ya cavilaba conspiraciones aquí y allá, incluso antes de ninguna noticia.

¿Hasta qué punto los rollos frikis de zombies podían cumplirse en la realidad? Al fin y al cabo, no era más que ciencia ficción y crítica social o mero entretenimiento. El mundo de "cómo sobrevivir a un apocalipsis zombie" siempre resultaba algo turbio para el pelirrosa, pues él creía que la gente era muy paranoica y todo se sobrepasaba de la realidad. Aun así, Jimin era bastante aficionado a esas historias, pues quitando el factor científico, el comportamiento humano que se presentaba en todos esos cuentos disparatados, no distaba tanto de la realidad y eso le parecía interesante.

Blood, sweat and tears. // YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora