Era miércoles y el reloj de pared que se encontraba casi escondido por los dibujos que tapizaban la pared trasera de la sala marcaba las once con cincuenta y nueve minutos. La campana sonó, adelantada por un minuto, y todos los niños, felices por la hora del recreo, se pararon rápidamente de sus asientos para correr al patio de juegos.
Linda Sparks estaba cumpliendo con sus últimas semanas de práctica en la escuela primaria de Brightdale, con un horario que contaba de miércoles a viernes, y dentro de poco ya podría convertirse en profesora. Desde muy pequeña ese había sido su sueño, y solía impartir clases para todos sus animales de peluche todas las tardes sin falta.
Una vez terminada la clase, Linda se quedó dentro del salón un poco más, tratando de ordenar el desorden que habían hecho los niños al salir como una estampida de animales salvajes. Estaba a punto de comenzar a escribir en el pizarrón el titular para la siguiente clase cuando escuchó los sollozos.
Un niño, de una hermosa piel morena entró al salón, llorando inconsolablemente.
–¿Qué sucede, Corey?– preguntó Linda arrodillándose para quedar a su altura.
Le secó las lágrimas suavemente con el dedo, sin embargo no paraban de salir de los ojos del niño.
–Alex y Ben comenzaron a burlarse de mi por tener dos papás– dijo él, sollozando mientras se pasaba la manga de su sweater rojo por la cara, fregándose los ojos para secar sus propias lágrimas.– dijeron que yo y mis padres éramos unos fenómenos.
El corazón de Linda Sparks se rompió un poco más, aumentando así la grieta que lo atravesaba de lado a lado, y pronto sus ojos también se cubrieron completamente de lágrimas, sin embargo las secó rápidamente, incluso antes de que el niño se fijara en eso.
–Cariño–comenzó a hablar con la voz temblorosa– escúchame, eres un niño muy afortunado por tener a los padres que tienes, porque se aman mucho, y te aman mucho a ti también.
–Pero ellos dicen que es asqueroso que mis padres se besen y se tomen las manos porque son hombres.
–No es asqueroso, es normal. Cuando dos personas se aman está bien que se besen o se tomen de las manos, así se demuestra el cariño que se tienen el uno al otro. Y dime, ¿tus padres te dan besos y te toman de la mano a ti también?
El pequeño Corey no dijo ni una palabra, respondiendo a la pregunta de Linda con un simple asentimiento de cabeza.
»¿Lo ves? Es porque a ti también te aman muchísimo, sin importar nada. Deberías estar feliz por tener la hermosa familia que tienes, y no le hagas caso al resto de los niños si dicen lo contrario. Todos en el mundo somos diferentes. Es muy lindo que tus padres hayan podido encontrarse y que puedan amarse, y tu eres una prueba de su amor infinito.
El niño asintió una vez más, sin embargo con más convicción que la anterior, y abrazó fuertemente a Linda, justo diez segundos antes de que sonara la campana que anunciaba que la nueva clase comenzaba.
–Muchas gracias, señorita Sparks.– susurró el pequeño, aún entre los brazos de Linda.
Ya sentados en sus puestos correspondientes, Linda Sparks comenzó la nueva lección, pero al fijarse en la cara de Corey Addams, se dio cuenta de lo brillantes que se veían sus ojos, y como su sonrisa se agrandó en el momento en el que sus ojos posaron sobre él.
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Editando esto me di cuenta de que este es sin duda mi capítulo favorito.
Espero que les esté gustando y por favor no se olviden de comentar sus opiniones:)
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Sparks.
Teen FictionLinda había luchado por esconder la verdad por tanto tiempo que le pesaba caminar, pero cuando finalmente se decidió por gritar a los cuatro vientos lo que realmente sentía, le dieron la espalda y cerraron las puertas justo en sus narices. Pero Lin...