El retirarse no es huir,
ni el esperar es cordura,
cuando el peligro sobrepuja la esperanza.MIGUEL DE CERVANTES
A D E L A I N E
– Adelaine – susurro inseguro girandose lentamente con el móvil en la mano, guardandolo. – Eres tú – hablo una vez de frente– La misma – sonreí – ¿No vas a abrazarme? – le cuestione mientras abria los brazos esperándolo
– No me creo que seas tú – negó en mi cuello – No después de tanto tiempo – apretó más su agarre en mi
cintura – Te necesite demasiado – su aliento choco en mi cuello– Tranquilo, estoy aquí, no pienso irme – lo arulle como lo hice después de la desaparición de Diana.
(...)
– Así que les distes una buena impresión – se rio Damon después de haberle contado mi encuentro con sus amigos.
– ¿Donde has estado todos estos años? – me pregunto seriamente, después de un rato en silencio.
– Después de lo que pasó – di una cabezada – Estuve viajando por mucho tiempo, visitando ciudades que no pierden su encanto o por lo contrario, ayudando. – me miro esperando más respuestas – Después decidí dejar de huir, y me fui a Nueva Orleans – di un suspiro – conocí al que se hacía llamar rey de esa ciudad, Marcel, fue encantador conmigo, me enseño las reglas y a su mayor tesoro, Davina.
– Y después llegó Klaus, con la familia por siempre y para siempre, ¿no? – alegó rodando sus ojos
– Exacto. – choque mi puño con el suyo, riéndome en el proceso – Llegó Klaus, y tuve la intención de volver a huir, creo que se me pego algo de mi hermana – vi como negó con la cabeza con una sonrisa – Pero Elijah me vio, y se estropeó mi magnífico plan – hice un pequeño puchero – y me reencontre con Klaus, y antes de irme te seguiré contando mi historia – lo deje con la intriga
– Adelaine – advirtió para después hacer una mueca de angustia – ¿Sabes algo de Diana? – sé que Damon la quería, pero no de qué manera
– No, desde aquella vez no – su rostro se contrajo de tristeza, pero rápidamente la cambió y me dio una sonrisa irónica
– A lo mejor nos está esperando en el otro lado – dijo antes de beber de su copa de Bourbon, que parecía que tenía en todos lados.
– ¿La extrañas? – toqué su punto débil.
– La quería, no sabía de qué forma hasta que la perdí, pero la amaba con toda mi alma, y cuando me enteré de que ya no estaba – negó con la cabeza con una sonrisa cínica bailando en sus labios mientras bebía más bourbon – Perdí la cabeza, pero muchos años después conocí a Elena, y me devolvió paz y armonía a mi vida – finalizó con una mueca – Ahora, dejemos estos temas de chicas y vayamos a divertirnos – habló mientras cogía su chaqueta de la sala de su casa, ya que Stefan se había ido con la vampira rubia.
(...)
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Original Blood ⚕ Klaus M.
Fiksi Penggemar¿Qué hubiera pasado si la perra de Katherina Petrova mejor conocida como Katherine Pierce hubiera tenido una hermana? ¿Y si el híbrido original más temido se hubiera enamorado de Adelaine Petrova? ¿Podrán tener un final feliz? ¿Después de todo quié...