LA APUESTA

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Aposté por ti...
Aposté mis últimas monedas y mis últimas esperanzas
Lancé los dados y lo perdí todo

Aposté por ti en esta vida, mi vida, me la jugué esperando ganar tu corazón
La suerte que tuve de encontrarte y tenerte ahora me ha dado la espalda
Aposté por ti en el amor...

Aposté mi mejor carta y aún así lograste vencerme, siempre fuiste más astuta.
No soy un buen jugador, nunca lo he sido, pero nunca perdía la ilusión de ganar
En este juego sólo perdí yo, perdí mi tiempo, perdí mi amor, te perdí a ti...todo.

Es hora de irme a casa sin un centavo en los bolsillos, lo he dejado todo en aquella mesa, monedas y billetes de altas denominaciones en besos y caricias y lingotes sólidos de amor. Estoy en bancarrota...

Un préstamo en el banco de los corazones rotos es lo que debo pedir, solo un poco de compasión y esperanza es lo que necesito para sobrevivir a esta crisis.
Un poco para invertirlo sabiamente esta vez, poco a poco volver a llenar la alcancía de cochinito que yace en mi corazón, moneda tras moneda hasta tener de nuevo una fortuna para apostar, pero...esta vez ni todo el amor ni todo el dinero.

Aposté por ti y ya estaba destinado a perder desde el primer movimiento
Te llevaste todo lo que tenía, espero que lo gastes muy bien, me costó mucho juntar una gran cantidad, no lo derroches, ahorra un poco para el futuro.

Aprendí una valiosa lección en todo esto, siempre hay un riesgo, podemos perder o ganar, o en algunos casos llegar a un empate, pero debemos ser sensatos a la hora de apostar, no adelantarse ni atrasarse, siempre se debe esperar el momento adecuado para darlo todo o retirarse a tiempo.

Esa es la regla para ser un buen perdedor o un mal ganador...

TRUE LOVEWhere stories live. Discover now